Los miles de kilómetros de muros grises que se construyen en el mundo, lo son para separar a los seres humanos. Tal vez por haber partido un país por la mitad y luego haber sido derrumbado a manos de sus propios ciudadanos, el más emblemático del mundo moderno sea el de Berlín.
Los muros que pinta Shalak son una oda a la vida. Una apuesta al arte solidario. Una propuesta de unión.
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El arte de la calle
La palabra graffiti proviene de graff, pintar y de iti, ciudad. Pintar ciudades. El arte de la calle. En Latinoamérica el arte mural fue históricamente un lenguaje de resistencia, de reclamo, de lucha.
Para Shalak, el Arte de la calle, es una herramienta artística comunicacional que trabaja sobre identidades culturales, y que busca brindar a los jóvenes, en cualquier lugar donde se encuentren, una forma de compartir prácticas de expresión, de comunicación, de dialogo.
A esto se dedica Shalak, y no sorprende ese camino emprendido por la artista nacida en Canadá, de padres de origen chileno, quienes le transmitieron los primeros valores solidarios, y que vivió durante años en Brasil, México, Chile, donde se nutrió del arte de la calle. Sus anclas son las ciudades de Montreal y de Toronto..
Las obras de Shalak atraen desde la primera mirada, por su narrativa visual urbana, sus contenidos de identidad, de cultura y de desafío a los valores dominantes políticos y sociales. No se puede no reflexionar, no hacerse preguntas cuando se está al frente de uno de sus muros.
Los muros solidarios
Shalak comparte su pasión por el arte visual urbano participando en talleres para jóvenes menos favorecidos de diversos países de las Américas, Europa, el Medio Oriente y en África.
También da clases de artes visuales en cárceles de Canadá y Brasil.
En la última década Shalak participó en un programa de pasantías con la organización no gubernamental canadiense Alternativas y con Afro Reggae (Brasil), una ONG que utiliza el arte como una herramienta para involucrar a la juventud a buscar caminos alternativos al alto riesgo que representa la violencia y el tráfico de drogas en las favelas.
Shalak es miembro y co-fundadora del colectivo artístico «Essencia» .
Completó una licenciatura en la Universidad Concordia en Montreal y estudió Bellas Artes en Oaxaca, México, además de enseñar arte en diversos centros culturales.
En la entrevista, Shalak expresa lo mucho que aprendió al recorrer el mundo pintando graffitis. Ella destaca que estar con un grupo frente a un muro e improvisar el tema discutiendo entre todos, es un proceso participativo muy rico porque además hace un llamado a la imaginación.
Para la artista, el acto del graffiti, la cultura del graffiti es el lenguaje más universal.
Los muros son efímeros, dice. Esa es la parte difícil de pintar en la calle y la más hermosa al mismo tiempo, porque uno no sabe si esa obra va a durar un día, un mes, un año….
Lo que no es efímero en el arte de la calle de Shalak es su compromiso social.
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