Un grupo internacional de conservación medioambiental ha pedido a Canadá aumentar considerablemente la protección de su bosque boreal.
El arco que se extiende desde el territorio del Yukón hasta la provincia de Terranova es el hogar de miles de millones de aves, y millones de caribús.
Cuenta con algunas de las mayores masas de agua dulce en el mundo.
Sin embargo, el Panel Internacional de Ciencias de la Conservación Boreal está advirtiendo que la actividad industrial se expande sin control.
Y si no se actúa, gran parte de los bosques podrían perderse.
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Los autores del informe, del grupo Panel Internacional Científico de Conservación Boreal, (IBCSP) piden que los gobiernos, federal y provinciales, protejan un área específica de 2,9 millones de kilómetros cuadrados de bosques, que se extiende desde la frontera de Alaska a Terranova.
Es el hogar de miles de millones de aves y millones de patos y caribúes.
El informe hace hincapié en que las presiones de la industria sobre el bosque boreal, como la tala, la industria del petróleo y la minería, son cada vez más fuertes.
Los expertos alertan que los 5.8 millones de kilómetros cuadrados de los bosques del país necesitan mayor atención federal ya que han sido afectados por la extracción de gas, petróleo y maderas, asimismo por la minería y el sector hidroeléctrico.
Es por eso que peligra la subsistencia de muchos animales propios de esas zonas, la calidad de las aguas y la reproducción de las especies en lugares como los Grandes Lagos.
Además de representar una amenaza alimenticia para los humanos, los efectos de las prácticas industriales agravarán el cambio climático, aseguran los 23 expertos, procedentes de Canadá, Estados Unidos, Australia y Reino Unido que han hecho parte de la solicitud.
“Debe ser prioritario garantizar que los aborígenes dirijan las tareas de identificación y manejo de esas áreas”, indica el texto.
Adamie Delisle Alaku ha visto los signos del deterioro de la salud del bosque boreal.
Los inuit de Quebec como él han cazado los caribúes del río George durante generaciones.
Sin embargo, hace dos años, la manada migratoria no se presentó.
«Esto nos ha estado afectando enormemente. Cuando eres un niño nativo joven y cazas tu primer caribú, te conviertes en un hombre. Es una cuestión cultural. Es una cosa espiritual.»
A pesar de la difícil situación del caribú de los bosques, un grupo internacional de científicos dice que no es demasiado tarde para salvar el bosque.
Alrededor del 70 por ciento de los ecosistemas están todavía intactos.
Pero el biólogo estadounidense Jeff Wells dice que al menos hay que proteger la mitad de los bosques si se quiere su sobrevivencia.
Desde influenciar los modelos climáticos hasta apoyar a las poblaciones de mariscos, Wells dice que el papel del bosque boreal en la ecología del planeta no puede ser subestimado:
«El bosque boreal a nivel mundial es el mayor almacén territorial de carbono en el planeta. Las reservas boreales de Canadá contienen una inmensa cantidad de carbono. Wells
Hoy en día sólo el 10 por ciento de los bosques boreales está protegido en Canadá bajo un acuerdo firmado en 2010, y que se logró después de duras negociaciones entre los grupos ambientalistas y la industria.
El bosque boreal de Canadá almacena más carbono que cualquier otro ecosistema en el planeta, es hogar de un importante número de árboles, extensas reservas de agua dulce, millones de aves migratorias y ciervos.
El llamado de los científicos tiene lugar luego que Ottawa abandonó el Protocolo de Kyoto, adoptado en 2007 con el objetivo de disminuir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global.
Canadá también abandonó la Convención de Lucha contra la Desertificación y la Sequía de la ONU, el primer país miembro de la entidad mundial en haberlo hecho.
Los Inuit de Quebec están dando pasos en la buena dirección, asociándose con otras primeras naciones para proteger el hábitat boreal cerca del caribú.
Pero eso es sólo un rinconcito del bosque. La mirada tiene que ser más amplia para obtener resultados más grandes.
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