En el transcurso de los próximos 5 años, la Oficina de Correos de Canadá pondrá fin a la distribución a domicilio del correo en las distintas grandes ciudades del país.
Se instalarán lugares de recolección en los distintos barrios y la gente se verá obligada a desplazarse para recuperar su correo.
La Oficina de Correos aumentará también de forma substancial el precio de las estampillas a partir del 31 de marzo de 2014, cuyo precio pasará de 0.63 centavos a un dólar por unidad y a 0.85 centavos si se compra en carnet de 10 o más estampillas.
La compañía estatal quiere así mejorar el estado de sus finanzas que se encuentran en caída libre desde hace varios años.
Además de estas dos importantes medidas, Correos de Canadá indica también que cuenta aumentar el número de oficinas de correo concesionarias en los comercios, al mismo tiempo que se dispone a “ajustar las oficinas de correo de las que dispone en función de su frecuentación”.
La compañía estatal afirma abiertamente que “necesitará menos empleados para responder a las necesidades futuras de los canadienses”. Correos de Canadá cuenta eliminar entre 6000 y 8000 puestos en los próximos años. Correos de Canadá estima que cerca de 15.000 empleados se jubilarán o abandonarán la empresa en el transcurso de los próximos 5 años.
La ministra federal de Transporte Lisa Raitt, apoya esta reforma que permitirá a Correos de Canadá cumplir su mandato, permitiéndole al mismo tiempo reanudar con la viabilidad financiera y proteger a los contribuyentes.
Alexandre Boulerice, portavoz del Nuevo Partido Democrático en materia de trabajo dijo por su parte, que “todavía una vez más, asistimos a compresiones de servicio. Nos preguntamos si no hay una voluntad de condenar a muerte el servicio público”.
El diputado Boulerice reconoce que hay problemas en la Oficina de Correos de Canadá, pero afirma que existen otras soluciones.
El alcalde de Montreal, Denis Coderre, denuncia esta decisión de Correos de Canadá. En un tuit, él afirma que Correos de Canadá olvida el significado de «servicio esencial” y deplora también que se haya anunciado esta decisión apenas a pocas horas del aplazamiento de fin de año de los trabajos en la Cámara de los Comunes
La idea de poner fin a la entrega del correo a domicilio en medio urbano circulaba desde hace ya cierto tiempo y había sido recomendada a Correos de Canadá por el Conference Board de Canadá, que estima que de aquí al 2020, Correos de Canadá podría perder más de 1000 millones de dólares anuales debido a la utilización de los correos electrónicos, de la facturación electrónica y de las compras por Internet.
Según el Conference Board, la suspensión de la entrega de correo a domicilio permitirá hacer economías de 576 millones de dólares anuales.
La compañía estatal de correos había contratado al Conference Board para que realizara una evaluación independiente sobre el futuro del servicio postal y examinara las soluciones posibles en el futuro.
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