En Honduras es cada vez más común que periodistas que publican noticias sobre delincuencia organizada, corrupción gubernamental y otros temas sensibles sean objetos de amenazas y agresiones mortales, mientras que los responsables de las mismas gozan de una impunidad casi absoluta.
Así lo señala Pen Internacional en un reciente informe divulgado en colaboración con PEN Canadá y el Programa Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Toronto.
El informe, Honduras: Periodismo a la sombra de la impunidad, documenta el aumento de la violencia contra los periodistas en ese país centroamericano después del golpe de Estado que derrocó al presidente José Manuel Zelaya en junio de 2009, y el fracaso de los mecanismos estatales e internacionales encargados de investigar y sancionar a los culpables.
Según PEN Internacional, desde junio de 2009, por lo menos 32 periodistas hondureños fueron asesinados y muchos más continúan haciendo su trabajo en un clima de miedo y auto-censura.
“El clima actual de impunidad generalizada que prevalece en Hondura es el resultado de la falta de justicia por graves violaciones de derechos humanos que se han cometido durante décadas. La impunidad es un campo fértil para la violencia. Honduras continuará inmersa en un círculo de impunidad y violencia hasta tanto haya medidas genuinas de justicia”. Carmen Cheung, directora interina del Programa Internacional de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Toronto.
PEN Internacional, PEN Canadá y la Universidad de Toronto instan al gobierno hondureño a investigar de manera exhaustiva todos los casos de periodistas asesinados, y a dotar a las instituciones y mecanismos del Estado existentes de los recursos necesarios, además de crear otros nuevos, a fin de asegurar que todos los miembros de los medios de comunicación reciban plena protección de la ley.
EscuchePablo Gómez Barrios conversó con Dina Meza, periodista hondureña premiada, defensora de los derechos Humanos y autora. Ella ha sido desde 2006, víctima de persecución y amenazas que no fueron debidamente investigadas, en un contexto en que los mecanismos nacionales de protección destinados a periodistas no son efectivos.
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