Jean-Claude Duvalier, el heredero de una dictadura que fue instalada por su padre François Papa-Doc Duvalier, murió el sábado 4 de octubre de una crisis cardíaca en Haití a los 63 años de edad en Puerto Príncipe, Haití.
Con la muerte del ex dictador, que gobernó Haití entre 1971 y 1986, queda en suspenso el proceso judicial que los tribunales haitianos seguían en su contra por crímenes de lesa humanidad cometidos durante su gobierno.
Lo mismo que a su padre, a Baby-Doc se le atribuye la muerte, desaparición y tortura de miles de haitianos que se oponían a su régimen, así como el desfalco de las arcas públicas, calculado entre 300 y 800 millones de dólares.
La vida de Jean-Claude Duvalier estuvo caracterizada por la opulencia y el derroche. A los 19 años heredó el poder tras la muerte de su padre, un médico sanitarista que se declaró a sí mismo “presidente vitalicio” de Haití y gobernó la isla con mano de hierro desde 1957.
Entre 1971 y 1986, Jean-Claude Duvalier fue jefe supremo del ejército y jefe supremo de los Voluntarios de la Seguridad Nacional, VSN, los temibles Tonton Macoutes. Estos dos grupos, militares y macoutes, detuvieron, encarcelaron, torturaron y asesinaron a decenas de miles de haitianos durante los dos regímenes del padre y el hijo. Sin contar todas las otras exacciones cometidas contra todos los sectores de la sociedad haitiana y en particular campesinos, trabajadores y opositores al régimen.
Una revuelta popular expulsó a Duvalier del poder el 7 de febrero de 1986 y lo obligó a marchar al exilio en Francia, donde vivió gran parte de los siguientes 25 años, rodeado de riquezas y sin empleo conocido. Se divorció de su esposa Michelle Bennett, con quien tuvo dos hijos, y se casó en segundas nupcias con Veronique Roy, quien lo acompañó hasta su muerte.
En vísperas de las elecciones presidenciales en las que resultó electo el actual presidente Michel Martelly, un 16 de enero del 2011, Jean-Claude Duvalier regresó sorpresivamente a Haití. Un poco más de un año después del terremoto que sacudió y destruyó prácticamente la capital el 10 de enero del 2010, Baby-Doc dijo que había regresado para “ayudar a la reconstrucción de Haití”.
El presidente haitiano, Michel Martelly envió sus condolencias a la familia Duvalier “y a la nación entera en esta triste circunstancia” y tomó a todo el mundo por sorpresa al decretar esta semana funerales nacionales para el ex dictador.
Para Frantz Voltaire, director y fundador del Centro Internacional de Documentación e Información Haitiana, Caribeña y Afrocanadiense, CIDIHCA y miembro del Comité contra la Impunidad y por la Justicia en Haití, CCIPJH, “los funerales nacionales son un insulto a la memoria de las víctimas”.
EscuchePablo Gómez Barrios conversó con él.
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