Muchas de las personas afectadas viven la pesadilla de estar en prisión y de haber sido condenadas a duras penas a pesar de no haber cometido delitos o de haber sido injustamente condenadas sin que casi nadie se preocupe por ellas.
La Asociación Canadiense por el Derecho y la Verdad lucha para que esos casos salgan a la luz pública y para demostrar que los afectados no deberían estar en la cárcel.
Además, la Asociación busca las explicaciones de por qué y cómo fue condenado un inocente y quién o quienes se beneficiarían de esa condena.
David Bertet es el presidente de esa organización y Martín Movilla habló con él sobre sus luchas y objetivos.
Este grupo de profesionales trabaja sin ánimo de lucro para ayudar a las víctimas de esas conductas dudosas que han afectado varios sistemas de justicia de América Latina.
Su trabajo comenzó en México cuando la justicia de ese país condenó francesa Florence Cassez fue condenada por secuestro aunque todo demostraba su inocencia.
Cuando David Bertet y otras personas comenzaron a movilizarse para denunciar la injustica, una gran parte de los mexicanos estaba convencida de la culpabilidad de la mujer: los noticieros de televisión local habían pasado imágenes en directo de la “captura en flagrancia de la francesa junto a los secuestrados”.
Aunque poco después se supo que todo fue un montaje de las autoridades, para muchos el hecho de que fuera una extranjera fue suficiente para pensar que era culpable y sólo quería escaparse.
Finalmente, la Corte Suprema de México ordenó su libertad.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.