El gobierno del presidente paraguayo Horacio Cartes destituyó este miércoles al comandante de la policía y a sus principales colaboradores, tras destaparse un escándalo que demostró la existencia de un esquema de corrupción en torno a cupos de combustible para las patrulleras.
El comandante Francisco Alvarenga fue incluido junto a otros tres policías en la investigación fiscal sobre el millonario desvío, uno de los casos más graves que afectan a esa institución en los últimos años.
«Tenemos la fuerte sospecha de que Francisco Alvarenga Rotela es cómplice del hecho punible de enriquecimiento ilícito (…) hemos formulado la imputación y tenemos seis meses para recabar información que pueda sostener nuestra teoría ante los tribunales», declaró el fiscal Federico Espinoza.
La Fiscalía considera que un pequeño grupo de uniformados administró de manera fraudulenta casi 200 tarjetas electromagnéticas expedidas por la petrolera estatal Petropar para proveer combustible a los coches de la policía.
Los agentes hacían efectivo el dinero en determinados puntos de expendio sin cargar el combustible. Tres encargados de estaciones de servicio también fueron incluidos en el proceso por corrupción.
El principal implicado es un suboficial responsable de las tarjetas, quien se encuentra detenido desde la semana pasada. El funcionario, que recibía un salario equivalente a unos 1.500 dólares, vivía rodeado de lujos y la fiscalía dijo que encontró ciertos vínculos con el hijo del comandante de la policía, Francisco Alvarenga.
El ministro del Interior, Francisco de Vargas, dijo que recibió instrucciones del presidente de llevar adelante una investigación clara y transparente.
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