Varios miles de personas salieron a las calles de la capital canadiense este domingo en apoyo a las víctimas de las escuelas residenciales a las fueron llevados por décadas los niños indígenas canadienses.
A dos días de la presentación del informe final de la Comisión Verdad y Reconciliación, los manifestantes quisieron destacar el fin de esta larga investigación que hizo la luz sobre lo vivido en esas instituciones.
Entre los participantes a la marcha se encontraba la ministra de la Justicia de Quebec, Stéphanie Vallée y la Primera Ministra de Ontario, Kathleen Wyne.
Wyne reconoció el pasado oscuro de la población de las primeras naciones canadienses, así como la «epidemia de mujeres desaparecidas y asesinadas.» que afecta a las poblaciones indígenas del país hoy en día.
«En Canadá estamos a menudo separados por la geografía y por nuestro pasado, pero estamos juntos hoy y reconocemos lo que sucedió» – Kathleen Wyne, Primera Ministra de Ontario
Por su parte, la ministra Stéphanie Vallée dijo que el gobierno de Quebec reconoce el impacto que las escuelas residenciales en la vida de las Primeras Naciones de Québec
El arzobispo de Ottawa, Terrence Prendergast dijo querer restablecer las relaciones entre la Iglesia y las Primeras Naciones.
En entrevista al diario L’Écho de la Tuque, el actual Gran jefe de la nación Atikamekw, Constant Awashish, dijo que de ahora en adelante los gobiernos no podrán esconderse para no mencionar los periodos sombríos de la historia canadiense.
«Los gobiernos realmente quisieron matar al indio en los niños, llevándolos a internados, obligándoles a cortarse el pelo y diciéndoles que no tenían derecho de hablar su lengua. Si lo hacían los golpeaban y los abusaban» dice el Gran Jefe. «Felizmente, hubo quienes a escondidas y desobedenciendo mantuvieron sus lenguas y tradiciones y creencias. Eso nos permite estar aquí para contarlo.»
En Sudbury, Ontario
El viernes pasado en Sudbury, ex pensionados de las escuelas residenciales y representantes de la Iglesia Unida de Canadá se reunieron también para poner fin a seis años de testimonios sobre las condiciones de vida en las escuelas residenciales.
Una de las asistentes a este evento, Ella Young, sedescribe a sí misma como una sobreviviente de la escuela residencial. Nacida en Wemindji en el norte de Quebec, se dijo satisfecha con la disculpa del gobierno de Harper en 2008, pero luego resultó difícil tener que recordar su infancia durante las audiencias de la comisión.
Recuerda haber sido arrancada de su familia a la edad de cinco años y haber sido enviada a un internado.
«Ahora estoy feliz de funcionar como una persona normal, después de que esas personas [los administradores de la escuela residencial] tomaron el control sobre nuestras vidas [de los residentes]. La parte más difícil fue contar todo esto en voz alta», dijo.
El Secretario General de la Conferencia de Manitou de la Iglesia Unida de Canadá, Will Kunder aprovechó la ceremonia para reiterar las disculpas de su organización hacia los indígenas que pasaron por allí durante casi 30 años. Ahora espera que el informe de la Comisión influenciado las políticas del gobierno hacia la población aborigen.
«Espero que todos los canadienses apoyarán las recomendaciones del informe y sabrán presionar al gobierno federal para que las lleve a cabo (porque) incluso si éste informe es de importancia histórica, nada obliga al parlamento a aplicar las recomendaciones.» – Will Kunder, Iglesia Unida de Canadá
¿Genocidio cultural?
El jueves al poner fin a la Comisión de Verdad y Reconciliación, en un discurso a la dirección de la tolerancia del Centro Global para el pluralismo, la Juez Presidenta de la Corte Suprema de Canadá, Beverley McLachlin, afirmó que Canadá trató de cometer un «genocidio cultural» contra los pueblos indígenas con sus políticas de asimilación.
La juez McLachlin denunció el uso de las escuelas residenciales y recordó que en el momento se habló de asimilación, mientras que hoy, es claro que fueron actos que pueden ser considerados como un genocidio cultural. Beverley McLachlin cree que esta es la peor mancha en la historia de Canadá.
Recordemos que esta comisión fue creada como resultado de la Convención de 2007 relativa a las Escuelas Residenciales canadienses y su mandato consistió en recordar a los canadienses los 150 años de historia de las escuelas residenciales indígenas y de las vidas que resultaron afectadas por ese pasado.
Cerca de 150 000 niños canadienses de las Primeras Naciones, inuit y mestizos fueron extirpados de sus familias y obligados a vivir en las escuelas del gobierno, la útima de las cuales fue cerrada a finales de 1990.
En 2007, Ottawa presentó una disculpa oficial y estableció la Comisión de la Verdad y Reconciliación para «establecer las consecuencias de esta tragedia y luego tratar de llegar a una solución justa y duradera «.
La comisión visitó más de 300 comunidades y reunió testimonios de más de 7.000 sobrevivientes , entre junio de 2010 y marzo de 2014.
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