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La abundancia de depredadores controlada por sus presas, un estudio científico canadiense

Los científicos estudian las complicadas relaciones entre los depredadores y sus presas para comprender mejor lo que podría causar que las poblaciones de las diferentes especies cambien con el tiempo y cómo esto podría suceder. Esta rama de la ciencia se conoce como “dinámica de la población”. Los científicos también realizan tareas tales como la estimación del tamaño de la población de los depredadores y sus presas como parte de los importantes trabajos de conservación.

Una estimación precisa de los tamaños de las poblaciones de diversas especies dentro de un ecosistema es una herramienta vital para los científicos en la planificación de la conservación y la gestión eficaz de las especies en peligro de extinción y sus hábitats.

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El oso polar es la mayor especie viva de depredador terrestre. Solo el oso de Kodiak rivaliza con este en ese aspecto. El mayor oso polar registrado, con un peso de 1,002 kg era un macho muerto en Kotzebue Sound en el noroeste de Alaska en 1960. © Wikipedia

Ahora bien, la biología animal a veces esconde muchos misterios.

Un descubrimiento reciente de un equipo de investigadores de Montreal lleva a nuevas preguntas sobre el equilibrio de la naturaleza tal como lo conocemos: en caso de aumento de la población, las presas se reproducen menos para frenar la abundancia de depredadores.

La investigación, publicada en la revista Science, llega a la conclusión de que más un entorno natural está superpoblado, menor es la descendencia de las presas.

El estudio se remonta a los años en que su autor principal, el biólogo de la Universidad McGill, Ian Hatton, vivió en Zimbabwe, donde abunda la vida silvestre en los parques nacionales.

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Una orca observa a una foca de Weddell sobre un témpano de hielo cerca a la Base Rothera, en la Península Antártica. Las orcas son conocidas por matar ocasionalmente a las ballenas mientras cazan en grupo, lo que les ha ganado el título de «lobos del mar». © Wikipedia

La investigación comenzó con un censo de las poblaciones de animales de los parques nacionales en África oriental y meridional. Al examinar los datos, todos recogidos en zonas protegidas de animales, los investigadores hicieron un descubrimiento sorprendente. Se creía hasta la fecha que ante un gran número de presas, debería haber el equivalente de depredadores.

Pero este no es el caso, dice Ian Hatton. Por el contrario, la tasa de reproducción de las presas es inferior en las zonas muy pobladas, lo que a su vez limita la abundancia de depredadores.

Este fenómeno también existe en todas partes, no sólo en África. «En América del Norte, están los lobos y las presas de los lobos, de Alaska hasta Quebec y en todas partes nos encontramos con que se da la misma relación», dice el investigador, que analizó los datos recogidos en plantas y animales en más de 1000 estudios de los últimos 50 años.

Una tesis doctoral memorable

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Ian Hatton, quien dirigió el estudio para su investigación de doctorado, fue a la escuela secundaria en Zimbabwe. © (Cortesía Ian Hatton)

Ian Hatton hizo el descubrimiento, como parte de su tesis doctoral en la Universidad McGill en Montreal. «No estábamos buscando ese modelo específico. Queríamos evidencia de que existía un cierto orden en la naturaleza «, explica.

¿Cómo lo hicieron? Juntando tantos datos como les fue posible acerca de los grandes mamíferos herbívoros como los búfalos, y de los carnívoros, como los leones y las hienas. «Da un resultado bastante sorprendente, el de un sistema bien organizado. A veces nos imaginamos ecosistemas como grupos aleatorios de animales, cada uno ocupado con sus pequeñas vidas «, dijo.

Michel Loreau, biólogo en la Universidaad McGill y co-autor de la investigación que dirigió el proyecto de tesis doctoral de  Hatton confirma que buscaban algo más sencillo en la relación entre los depredadores y sus presas. Según él, este estudio plantea aún más preguntas que respuestas.

Por ejemplo, los investigadores no excluyen que los vínculos causales se invierten. «Uno podría imaginar que los depredadores se regulan a sí mismos por mecanismos de territorialidad lo que tendrá un impacto indirecto sobre la biomasa y la producción de las presas», dijo el también Director de Investigación en ecología en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS ), en Francia.

¿Nueva ley de la naturaleza?

¿Se puede hablar de una nueva ley de la naturaleza? Como todo científico prudente, Ian Hatton cree que es demasiado pronto para llegar a esa conclusión. «Nuestro trabajo acaba de ser publicado y se necesita tiempo para que los científicos puedan evaluar todo esto», dice Ian Hatton.

El investigador cree, sin embargo, que el modelo identificado «parece bastante generalizado» y que es similar a otro modelo, en fisiología, que en sí es muy común. Los fenómenos del metabolismo de los individuos, de la historia de vida, del sincronismo (tiempo), de la duración de la vida, o de la maduración de los adultos siguen modelos muy regulares, dice el investigador.

«Pero encontrar estos patrones en la naturaleza, con los mismos datos cuantitativos nos lleva a pensar que existe un fenómeno generalizado», dice el investigador, que desea seguir un post-doctorado en matemáticas de la naturaleza.

Tomado de la Universidad McGill, CBC  y Les années lumière, de Radio Canadá

Categorías: Medioambiente y vida animal
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