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Consumidores canadienses ingenuos sufren importantes fraudes telefónicos

«Si las llamadas telefónicas automáticas fueran una enfermedad, esto sería una epidemia», dijo recientemente un defensor de los consumidores.De hecho, sería una plaga. Y todos estamos sufriendo de la misma.

En 2014, los canadienses perdieron más de 75 millones de dólares como resultado de fraudes o llamadas telefónicas robóticas. Sin embargo hay tecnologías para bloquear esas llamadas molestas, pero las grandes compañías de telecomunicaciones no las ofrecen al público.

A pesar de la instauración por los conservadores, de la Lista nacional de números de telecomunicaciones excluidos (LNNTE) que permite a los consumidores  decidir si desean o no recibir llamadas de telemercadeo, millones de llamadas robóticas se hacen todas las semanas a hogares canadienses por parte de empresas que ignoran esta lista.

Varias veces a la semana, millones de canadienses están recibiendo llamadas que les dicen que ganaron un crucero, o que una compañía aérea les ofrece un descuento o que no han pagado sus impuestos y que irán a la cárcel a menos que paguen inmediatamente enviando un cheque.

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© iStockPhoto

Según el organismo Estadísticas Canadá, los consumidores ingenuos pagaron no menos de 75 millones de dólares el año pasado como resultado del fraude telefónico. Una cantidad que en realidad sería 10 o incluso 20 veces mayor, según los expertos anti fraude consultados por la radio pública CBC.

Según ellos, muchas personas víctimas de fraude no denuncian el robo, avergonzadas de decir que han sido manipuladas.

Existen soluciones

La empresa canadiense de telecomunicaciones Primus, que utiliza un sistema llamado «Telemarketing Guard» desde el año 2006, interceptó y procesó más de 80 millones de llamadas robóticas, según Brad Fisher, vicepresidente senior de marketing y productos en Primus.

Este sistema de Primus está incluido en el precio de base de sus paquetes y opera tanto con los teléfonos IP como con las líneas terrestres regulares.

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‘Hemos interceptado y tratado más de 80 millones de llamadas «, dice Brad Fisher, vicepresidente senior de marketing y producto para Primus. © (CBC News)

CBC contactó a los gigantes canadienses Bell,  Telus y Rogers para saber por qué no utilizan las tecnologías existentes para filtrar y bloquear llamadas robóticas.

Según Jennifer Kett, directora de relaciones con los medios en Rogers, no es tan fácil rastrear estas llamadas a muy gran escala. «Las llamadas robóticas se basan a menudo en el fraude de identidad. Es decir, el estafador manipula el identificador de llamadas para que se vea como una llamada local. Por otra parte, muchas veces las llamadas provienen de fuera de Canadá, lo que hace la tarea particularmente difícil «, dice Kett.

“Les aseguramos que nos tomamos el asunto muy en serio y que trabajamos con otros proveedores y la CRTC (Comisión Canadiense de Radio, Televisión y Telecomunicaciones) para determinar cómo la industria puede combatir las llamadas y los mensajes de texto no deseados.»

– Jennifer Kett, directora de relaciones con los medios en Rogers

Los mismos argumentos en Bell, donde se hace hincapié en la eficacia de los estafadores extranjeros en imitar las llamadas locales. «Este es un problema internacional y estamos involucrados en varios proyectos e iniciativas con nuestros socios de la industria para desarrollar soluciones», dijo por su parte Jason Laszlo.

Lo que las grandes compañías de telecomunicaciones sin embargo no dicen es que una lucha eficaz contra las llamadas y los mensajes de texto necesita de importantes inversiones. La cuestión es entonces hasta donde los gigantes de las telecomunicaciones canadienses están dispuestos a ir para resolver el problema.

Tomado de Radio Canadá y CBC

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