El gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda fuerza guerrillera en el país sudamericano, acordaron iniciar una negociación formal de paz como parte de sus esfuerzos para poner fin a un conflicto armado de más de 50 años. Así lo informó este miércoles una fuente gubernamental.
Las partes mantenían contactos exploratorios desde hace más de dos años, pero no habían logrado ponerse de acuerdo sobre la agenda de negociación y la logística para el proceso, precisó la fuente de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz.
«Se acabó la fase exploratoria y se acordó iniciar una negociación formal», precisó la fuente, quien sostuvo que el diálogo sería independiente al que sostienen las autoridades de Colombia desde hace más de tres años en La Habana con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor guerrilla del país.
El conflicto armado con los dos grupos insurgentes ha dejado más de 220.000 muertos, millones de desplazados e impide un mejor desempeño a la cuarta economía de América Latina.
Delegados del Gobierno colombiano y del ELN harán el anuncio oficial sobre las negociaciones este miércoles en Caracas. Las dos partes aceptaron el acompañamiento de Cuba, Noruega, Venezuela, Chile, Brasil y Ecuador, precisó la fuente.
La guerrilla del ELN dejó en libertad recientemente a un político y a un militar que mantenía secuestrados, una condición que impuso el presidente Juan Manuel Santos para iniciar la negociación de paz.
El ELN, que nació en 1964 inspirado por la Revolución Cubana y tuvo en sus filas a sacerdotes católicos radicales que se sumaron a la lucha por imponer un sistema socialista, ya había tenido acercamientos con gobiernos en el 2002 y el 2007 para superar el conflicto, pero éstos no prosperaron.
Actualmente esta guerrilla, acusada de financiarse mediante los secuestros, la minería ilegal, la extorsión a multinacionales petroleras y mineras y el narcotráfico, todavía combate contra el ejército gubernamental en las selvas colombianas y lanza ataques contra la infraestructura productiva.
A diferencia de las FARC, los principales comandantes del ELN, que cuenta con menos de 2.000 combatientes, han sobrevivido a una ofensiva militar y permanecen en la clandestinidad.
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