Este miércoles 15 de junio se llevó a cabo en Ottawa, capital canadiense, una manifestación en honor a la difunta activista ambiental y líder indígena hondureña Berta Cáceres, asesinada en La Esperanza, Honduras, el 3 de marzo pasado. Esta manifestación se dio en el marco de un día de acción global convocado por el Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras, COPINH, la organización que fundó Berta Cáceres en la década de los 90.
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Hubo otras manifestaciones alrededor del mundo, en otras ciudades de Canadá y Estados Unidos, pero también en toda América Latina y Europa. El objetivo era manifestar por la justicia en torno a la investigación sobre el asesinato de Berta Cáceres y el intento de asesinato de Gustavo Castro, activista mexicano que se encontró con Berta el día de su muerte en La Esperanza, Honduras.
Según los organizadores de esta manifestación, ha habido muchas irregularidades en esta investigación desde su inicio hasta hoy en día y en consecuencia con este día acción global se insistió ante las embajadas de Honduras en distintos países del mundo y en la de Ottawa también, para que el estado hondureño intervenga y permita que se haga una investigación independiente bajo los términos y la dirección de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Esa es según ellos, la única esperanza que existe para que haya justicia en el caso del asesinato de Berta Cáceres y el de otros casos de amenazas contra activistas indígenas y ambientales en Hondura en este momento.
Estas manifestaciones permitieron expresar la solidaridad internacional con el COPINH, porque parte de las irregularidades y lo sucedido desde el asesinato de Berta Cáceres, es que hay por una parte, un ataque constante y un intento de socavar el liderazgo de COPINH y por otra parte, hay un proceso de intimidación de los grupos que se solidarizan con esta organización, nos dice entrevista Jen Moore, Coordinadora del programa América Latina de Mining Watch Canada-Alerta Minera Canadá.
Pablo Gómez Barrios conversó con Jen Moore.
Jen Moore dice que la manifestación que se realizó en Ottawa puso también el énfasis en la responsabilidad que tiene el gobierno canadiense y los canadienses en general de implicarse para que cese la hostilidad contra los activistas ambientales y líderes indígenas de Honduras.
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