Una chilena que se refugió en la provincia de Quebec, Canadá, regresa a su país después de 40 años de exilio para indagar, cámara en mano, qué es ser chileno. Esa es parte de la historia en la reciente película de la realizadora Marilú Mallet, llamada “Au pays de la muraille enneigée”, “En el país de la muralla nevada”.
Las imágenes de esta película ofrecen la reinvención de una autobiografía personal que sirve para reconocer los trazos que sus antepasados dejaron en esa franja de territorio al pie de la cordillera de los Andes llamada Chile.
Marilú Mallet es una chilena-canadiense nacida en Santiago en 1944. Empezó a tomar imágenes a principios de los años 70. En conversación con Radio Canadá Internacional, ella describe las ideas detrás de esta nueva película y rememora que su primera realización fue un cortometraje dedicado a las condiciones de vida de los indígenas mapuche, hecha a principios de los años 70.
Ella explica que ha tenido que usar la primera persona, la perspectiva autobiográfica en algunas de sus películas, como “En el país de la muralla nevada”, para que el público canadiense pueda acercarse con más familiaridad a su narración.
El exilio significó para ella la pérdida de los trazos de una memoria familiar, y su búsqueda de los rasgos formadores de esa identidad encuentra un eco en el perenne intento de la definición de la identidad canadiense, que se ha convertido en un locus constante en la reflexión y producción cultural en Canadá.
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