Los partidarios del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés) dijeron este martes que el pacto tiene muy pocas posibilidades de funcionar después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que Estados Unidos no participará en él. Esta decisión le abre el camino a China para que asuma el liderazgo en la zona.
Japón y Australia expresaron su compromiso con el pacto horas después de que Trump anunció que se retirará del acuerdo comercial Asia-Pacífico (TPP) en su primer día en el cargo, tras calificar la iniciativa como «un desastre potencial para nuestro país».
La declaración de Trump puso fin a cualquier esperanza de salvar ese acuerdo, una iniciativa del presidente Barack Obama que tardó cinco años en madurar y pretendía cubrir el 40 por ciento de la economía mundial.
El TPP, que busca reducir las barreras comerciales en algunas de las economías de más rápido crecimiento de Asia, no puede entrar en vigor sin Estados Unidos. El TPP requiere la ratificación de al menos seis países que sumen el 85 por ciento del Producto Interno Bruto combinado de las naciones miembro.
Los críticos de este acuerdo criticaron el hecho de que fue negociado en secreto, sin la participación de las instituciones democráticas de los distintos países. Por otro lado, la característica supranacional de tal acuerdo relega a segundo plano las legislaciones de los países signatarios y otorga un poder excesivo a las grandes corporaciones transnacionales.
Pese a la decisión de Trump de abandonar el TPP, un funcionario japonés dijo que este acuerdo no morirá aunque Estados Unidos no lo ratifique. «Simplemente continuará en una situación de no estar en efecto», dijo Shinpei Sasaki. «En el futuro, si Estados Unidos decide poner en marcha los procedimientos y el TPP es aprobado por el Congreso, cumpliría las provisiones y el acuerdo entraría en efecto».
El ministro de Comercio de Australia, Steven Ciobo, dijo que los países seguirán adelante con el TPP sin Estados Unidos y «podríamos ver, por ejemplo, si China o Indonesia u otro país quieren unirse al pacto comercial.”
China está impulsando su propia versión del TPP, llamada Asociación Económica Regional Amplia (RCEP, por sus siglas en inglés), que excluye a Estados Unidos. Se trata de un acuerdo comercial más tradicional, que busca reducir los aranceles más que abrir las economías y fijar estándares laborales y medioambientales, como perseguía el TPP.
El RCEP fue un foco de atención en el Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) celebrado la pasada semana en Perú. Tan Jian, integrante de la delegación china en la cumbre, dijo que más países están intentando unirse al bloque de 16 miembros, incluidos Perú y Chile.
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