El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, no asistirá a la ceremonia conmemorativa para despedir a Fidel Castro que se debe llevar a cabo hoy en La Habana y será representado por el Gobernador General David Johnston. La Oficina del primer ministro anunció ayer que Justin Trudeau no podía asistir a los funerales de Fidel Castro, porque su horario no se lo permite.
Recordemos que el Primer ministro Trudeau había saludado la memoria de Fidel Castro, «un amigo de larga data de Canadá y de los canadienses”, mientras asistía a la XVI Cumbre de la Francofonía en Antananarivo, Madagascar, el fin de semana pasado. Y después, cuestionado por una periodista de CBC se sintió obligado, compungido, a decir que sí, que Fidel Castro fue un dictador.
Sus declaraciones y el comunicado oficial que siguió causaron un revuelo político en Canadá e incluso en Estados Unidos, donde los senadores republicanos Marco Rubio y Ted Cruz, hicieron comentarios muy duros a su respecto.
La recuperación política
Fue sin sorpresa que el Partido Conservador de Canadá y en particular los aspirantes a la dirección del partido, Maxime Bernier, Kellie Leitch y Lisa Raitt, saltaron sobre la ocasión para expresar su indignación y se lanzaron en una sobrepuja partidaria.
“La palma se la ganan ciertamente Maxime Bernier y Kellie Leitch, quienes se apresuraron a apoderarse de la controversia para solicitar donaciones para aumentar los fondos de su campaña electoral”, dice la analista política de Radio Canadá, Emmanuelle Latraverse.
“El sentido de la justicia de Trudeau es pervertido si piensa que este hombre (Fidel Castro) merece que se le recuerde con afección. Es un asesino y un monstruo”, escribió Maxime Bernier antes de pedir a sus partidarios que apoyaran financieramente su campaña. La ironía es que a la muerte del rey Abdullah, cuando el mismo Partido Conservador estaba en el poder, nunca se les oyó hablar sobre los abusos del régimen de Arabia Saudita.
Maxime Bernier unió su voz a las de Andrew Sheer y Lisa Raitt, que en una carta abierta “exigieron” a Justin Trudeau de no asistir a los funerales de Fidel Castro y lo acusaron de comprometer las futuras relaciones con la administración Trump en expedientes como los de la madera de construcción, el oleoducto Keystone XL y el TLCAN.
Maxime Bernier olvidó quizá que fue John Diefenbaker, un primer ministro canadiense conservador, quien se obstinó con Estados Unidos y se negó a romper las relaciones diplomáticas con Cuba después de la crisis de los misiles en 1962, agrega la analista política Emmanuelle Latraverse.
Hay que agregar que Justin Trudeau no es el único líder que no asistirá a los funerales del Líder máximo. El presidente ruso, Vladimir Putin; el presidente de Estados Unidos, Barack Obama; la primera ministra británica, Theresa May; el presidente de Francia, François Hollande y el presidente chino, Xi Jinping, entre otros, también estarán ausentes.
RCI/Radio Canadá/Emmanuelle Latraverse/Canadian Press
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