Es quizás uno de los servicios de video en línea pago más utilizado en el mundo. Netflix, esta empresa estadounidense fundada en el año 1997 que durante el corriente 2016 tenía más de 82 millones de suscriptores en todo el mundo, ofrece a través de una tarifa plana mensual, la visualización en línea de películas y series de televisión, con numeroso contenido de producción propia. Desde esta semana, esta empresa de entretenimiento que no para de crecer, ofrece a sus suscriptores, la posibilidad de bajar los contenidos localmente para verlos sin necesidad de una conexión a internet.
Esta noticia recorrió el mundo pues, ahora, cualquier usuario de Netflix, podrá descargar sus series o películas favoritas en sus dispositivos inteligentes para poder disfrutar de la experiencia sin necesidad de controlar la cantidad de datos móviles consumidos.
Pero como siempre, no todo lo que brilla es oro. En realidad, luego de ser publicada la noticia de este paso adelante en la difusión de contenidos de video, se supo que no “todo” el contenido sería descargable localmente debido a una cuestión de derechos de autor y de emisión, aunque se supo que la gran parte de la producción original de Netflix estará a la disposición de sus usuarios.
El catálogo de “descargas” donde uno puede encontrar las series y películas permitidas está dentro de una sección propia, específica para esta función, identificada con la frase “Disponible para descarga”. Luego, el cliente puede ver localmente su show preferido desde una pestaña que dice “Mis Descargas”. El almacenamiento del contenido elegido se verá en la parte inferior de la pantalla en azul y avisará cuando el contenido haya terminado de bajar. Inmediatamente, la emisión estará disponible en “Mis descargas”.
Hay varias posibilidades para realizar el almacenamiento de las emisiones en el dispositivo móvil. El “Estándar” es efectivamente la opción más veloz, pues el archivo es sensiblemente más chico y esto también ayuda a utilizar menos espacio en tu móvil o tableta. Para aquellos que deseen mejor calidad en el archivo, deberán elegir la opción “Alta” que efectivamente tardará mucho más tiempo para bajar y ocupará un espacio importante dela capacidad del disco del dispositivo. La diferencia entre “estándar” y “alta” es bastante importante. Un archivo de una película de aproximadamente una hora y media puede ocupar entre 400 y 500 MB en estándar y entre 1.1 y 1.5 GB. No se sabe bien si es para evitar el fácil traspaso de esta información, pero todavía no está disponible la opción de almacenamiento externo, es decir, en un disco rígido o en una tarjeta de memoria. Según algunos expertos, es solo una cuestión de tiempo para que esta opción esté activa. En todo caso, hasta el momento, tampoco se puede bajar el contenido a un computador.
Los que ya han testeado la aplicación aseguran que a grandes rasgos, la experiencia es muy positiva aunque existen algunos contratiempos, como por ejemplo, si la capacidad del dispositivo no es amplia y visto que no se puede guardar en una tarjeta SD, la estrategia a utilizar para administrar la capacidad de nuestro teléfono o tableta se vuelve un tanto compleja. Otro revés aparece al momento de deshacerse de las películas y o capítulos de series que ya hemos visto; los archivos tardan en ser eliminados del sistema y toma un tiempo más que considerable que el dispositivo reconozca que el archivo ha sido borrado, es decir que el teléfono puede comenzar a enviar mensajes diciendo que no tiene más espacio en el disco.
En definitiva, la idea es muy buena, pero como siempre, habrá que esperar a que los desarrolladores de Netflix encuentren una solución y actualicen la aplicación para corregir los pequeños detalles que pueden complicar la existencia a más de un fanático de Breaking Bad, Narcos o House of Cards.
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