El ministro federal de Inmigración de Canadá, John McCullum anunció cambios en el programa de trabajadores extranjeros temporales. El principal es la derogación de la regla conocida como “4 por 4” que obligaba a los trabajadores a una pausa de 4 años, tras igual período de servicio, para poder renovar su visa de trabajo.
EscucheEsta fue una polémica medida que implementó el pasado gobierno de Stephen Harper y que ponía un límite a los trabajadores extranjeros que venían de forma temporal, quienes podían trabajar un máximo de cuatro años.
El anuncio del cambio lo hizo el ministro de Inmigración, John McCallum, junto con la ministra del Trabajo, MaryAnn Mihychuk quienes resaltaron que se trataba de los primeros pasos como parte del compromiso del Gobierno de presentar una serie de cambios significativos para que el Programa de Trabajadores Extranjeros Temporales sea beneficioso para los trabajadores, los empleadores y la economía canadiense.
Desde el año 2011, diversos grupos y asociaciones de trabajadores inmigrantes se han movilizado en contra de la regla de la 4-y-4, como parte de una campaña más amplia para obtener permisos de trabajo abiertos así como el estatus de residentes permanentes desde la llegada al país.
Más de 15 ciudades canadienses habían llevado a cabo manifestaciones y acciones desde marzo de 2015, como una reacción a la imposición de la regla de cuatro años que llevó a la deportación de miles trabajadores temporales.
Este 13 de diciembre, el gobierno de Justin Trudeau anunció la derogación de la “4 por 4”. A partir de ahora los trabajadores temporales podrán venir a trabajar por los años que quieran.
El gobierno federal se comprometió al mismo tiempo a ampliar «rutas de acceso a la ciudadanía».
Noé Arteaga, de la Asociación de trabajadores extranjeros temporales, quien saluda esa medida, cree que no es suficiente.
La Asociación de trabajadores extranjeros temporales pide que los trabajadores obtengan la residencia permanente a partir del momento en que llegan a Canadá. Y que la decisión de utilizarla o no recaiga en los trabajadores. Que ellos decidan si quieren quedarse o irse.
Noé Arteaga hace un paralelo con la situación de las empleadas domésticas que vienen de Filipinas. Pasados dos años de trabajo en Canadá ellas tienen derecho a hacer venir a sus familiares. Sin embargo, señala, los trabajadores temporales no cuentan con ninguna ley que estipule que en algún momento pueden traer a su familia o convertirse en residentes permanentes.
El gobierno tiene buenas intenciones, indica Arteaga, pero sin leyes que apoyen a los trabajadores temporales, el problema de la precariedad y abuso de parte de empleadores continuará.
El trabajador tiene que tener el derecho de escoger insiste Arteaga, señalando que hay muchos trabajadores temporales a los que no les interesa quedarse a vivir en Canadá.
Esto y más en la entrevista con Noé Arteaga, de la Asociación de trabajadores extranjeros temporales
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