El padre Hernán Astudillo, párroco de la Iglesia San Lorenzo de la ciudad de Toronto, se encontraba en Ecuador el día del terremoto el 16 de abril de 2016. El sacerdote de origen ecuatoriano había sido invitado por la Cancillería ecuatoriana para que compartiera su experiencia en tanto que inmigrante en Canadá, con los ecuatorianos que regresaron a su país, procedentes de Estados Unidos y Europa, y estaban viviendo el choque de tener que reintegrarse nuevamente a su propia cultura en Ecuador.
Escuche“Entonces vine a hablar en los otros focos donde hay mayor inmigración en Ecuador: Ibarra, Riobamba, Macas, Azuay y llegué hasta la provincia de Manta, que era una de mis penúltimas visitas. Y cuando estuve allá fue el quince de abril. Al siguiente, el 16 de abril me agarró el terremoto en Manta. Realmente sentí, palpé, bebí el sabor de un terremoto en carne propia” Padre Hernán Astudillo.
Al siguiente día, dice el padre Astudillo, de estar acompañando a un pueblo que lloraba sin consuelo y sin ninguna explicación del por qué tantos muertos, tanta destrucción, y al haber sobrevivido en esa tragedia con algunos de sus compañeros de viaje, hizo un llamado a la comunidad latinoamericana de Toronto, para que siguiera “cultivando las pequeñas semillas de la esperanza”.
Fue así como comenzó a tomar forma este proyecto de donación de 5 ambulancias, para ayudar a las poblaciones que más sufrieron con el terremoto en Ecuador. Y así comenzó la campaña de recaudación de fondos en la comunidad latinoamericana de Toronto, pero en la que también colaboraron canadienses y la municipalidad de la Ciudad Reina, para lograr recaudar el dinero necesario para llevar las 5 ambulancias hasta Ecuador.
Las cinco ambulancias salieron de Toronto con destino a Montreal, donde fueron embarcadas hasta el puerto de Guayaquil, donde llegaron a principios de diciembre. La entrega formal de las ambulancias se hizo este jueves 22 de diciembre y el Padre Hernán Astudillo se encontraba en Ecuador para asistir y hablar en nombre de la comunidad latinoamericana de Toronto, que como ya lo decíamos, contribuyó enormemente y con muchos esfuerzos en la realización de este proyecto.
Pablo Gómez Barrios conversó por teléfono con el Padre Astudillo, después de la ceremonia de entrega de esta donación canadiense al sufrido pueblo de Ecuador.
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