Ese es –desde hace ya muchos años- el objetivo de Alas de la Esperanza, Les Ailes de l’Espérance en francés, un grupo canadiense que trabaja, junto a las comunidades locales, en diferentes proyectos en el país sudamericano.
Uno de los proyectos, que será inaugurado en este 2017, se llama Unini y permitió llevar el agua a tres comunidades amazónicas peruanas: Diamante Azul, Cascada Unini y José Olaya.
El trabajo para llevar el agua, por gravedad, hasta las zonas beneficiadas fue una verdadera proeza: abrirse camino en medio de la jungla tropical del Perú y transportar –hasta la zona- los materiales necesarios para las construcciones que debían realizarse.
Como los directivos de Alas de la Esperanza siempre han creído en la autogestión y la participación comunitaria -en sus proyectos- las tres comunidades indígenas beneficiadas trabajaron con los expertos en la construcción y adecuación de Unini.
Martín Movilla habló con André Franche, presidente de Les Ailes de l’Espérance, sobre este proyecto y los que se inician, en Perú, en 2017.
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