El primer ministro de Canadá, Justín Trudeau, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvieron este lunes 13 de febrero su primer encuentro cara a cara desde que el último asumió la titularidad de la Casa Blanca.
Trudeau inició hoy su visita oficial a Estados Unidos para entrevistarse con su par, en lo que los analistas consideran como una prueba de fuego para las relaciones futuras entre ambas administraciones.
Al aparecer en público en una conferencia en conjunto, Trudeau sostuvo “si nuestros países continúan trabajando juntos” los beneficios serán visibles para ambas partes.
Trudeau dijo que está ansioso de trabajar junto a Trump, mientras que el presidente estadounidense afirmó estar confiado en que las relaciones podrán ser tan buenas o “incluso mejor” que en el pasado.
Los vínculos comerciales entre ambas naciones, que totalizan miles de millones de dólares diarios, estan en el centro de las conversaciones, aunque las mayores expectativas rondan las relaciones personales que puedan establecer ambos líderes, cuyas posturas políticas difieren en varios aspectos, como en materia de seguridad fronteriza, relaciones internaciones, derechos de las personas y las relaciones con las minorías, entre otras cuestiones.
Cinco ministros acompañan al primer ministro canadiense; ellos son Chrystia Freeland en Relaciones Exteriores, Harjit Sajjan en Defensa, Ralph Goodale en Seguridad Pública, Marc Garneau en Transporte y Bill Morneau en Finanzas.
Algunos de ellos estuvieron días pasados en Estados Unidos, para preparar el terreno para el encuentro que inicia hoy.
El primer contacto cara a cara entre ambos jefes de gobierno generó gran expectativa a la luz del carácter imprevisible impreso por Trump a sus políticas y su marcada tendencia proteccionista en materia económica, vista por muchos como una amenaza para las exportaciones canadienses, que tienen a sus vecinos del sur como principal destino.
Consultado sobre el tema de los refugiados de origen musulmán, Trump sostuvo que no tiene dudas de que la seguridad en la frontera entre ambos países está garantizada, aunque no mostró ninguna modificación en su posición de considerar a las personas de fe musulmana como una amenaza para su país. “Queremos que la gente venga a Estados Unidos, pero no podemos dejar entrar a la personas equivocadas”, agregó.
La brecha existente en las políticas de ambos países en materia de relaciones con el mundo musulmán y la movida de Trump para renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), son sólo una muestra de temas en los que sendos líderes deberán esforzarse para hallar puntos en común.
Respecto al TLCAN, el mandatario canadiense declaró que no se trata sólo de la circulación de las mercancías, sino que miles de empleos a ambos lados de la frontera están relacionados con la existencia del acuerdo.
El enfrentamiento establecido entre Washington y el presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, atizó los temores de un eventual cortocircuito en el vínculo entre Trump y Trudeau, aunque las relaciones entre Canadá y Estados Unidos siempre han sido más armoniosas que las establecidas entre la Casa Blanca y el Palacio Nacional en Ciudad de México.
Por otra parte, a excepción del presidente ruso, Vladimir Putin, los contactos establecidos hasta el momento por Trump en el plano internacional no parecen dejarle mucho margen para conseguir aliados, situación que Canadá podría utilizar a su favor.
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