La ONG canadiense Equitas organizó un Programa Internacional de Formación en Derechos Humanos, que se lleva a cabo en Montreal entre el 4 y el 23 de junio.
En el encuentro participan cerca de 100 líderes, activistas, defensores y docentes de derechos humanos de 45 países de todo el mundo, abocados, en el espacio de 3 semanas, a intercambiar información y experiencias de la realidad que viven en sus lugares de origen.
El Programa, que goza de renombre internacional, se propone entregar herramientas a los participantes para que sean más eficaces en la lucha contra la discriminación, la desigualdad, la violencia y el extremismo.
Entre los participantes se cuentan, desde luego, representantes de América Latina.
Esa región muestra realidades disímiles en materia de derechos humanos que tienen que ver con su legado cultural, tradiciones y situación política.
Esa diversidad se expresa con claridad en la situación que enfrenta la comunidad LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, personas transgénero e intersexuales) de la región.
Mientras que países como Argentina y Uruguay aparecen a la vanguardia del respeto de los derechos de esas personas, Bolivia aprobó recientemente una ley de entidad de género, que hoy se encuentra bajo presión de diversos sectores para ser derogada. Más atrás, pero con avances importantes se hallan países como Perú y Ecuador, donde el debate sobre el derechos a la libre elección de la identidad sexual se abre paso lentamente.
A pesar de esas disparidades, y de la imagen conservadora con la que se suele identificar a América Latina, el área se encuentra muy avanzada en materia de derechos LGBTI con respecto a otras regiones, donde la mutilación genital femenina es una realidad o, incluso, reconocerse como integrante de esos grupos puede poner en riesgo la integridad física y la propia vida.
Lorena Yañez, de la ONG Hivos, participa del Programa en Internacional de Formación de Derechos Humanos en Montreal, y cuenta su experiencia en diálogo con Luis Laborda.
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