El ejército canadiense y el servicio de espionaje electrónico han recibido nuevas instrucciones que limitan, pero no impiden por completo, el uso de información supuestamente obtenida bajo tortura por gobiernos extranjeros.
Las directivas, emitidas por el Ministro de Defensa Nacional Harjit Sajjan, permiten a las Fuerzas Armadas Canadienses y al muy secreto Centro de Seguridad de Telecomunicaciones utilizar esta información si eso lleva a salvar vidas o prevenir lesiones graves.
Por ejemplo, se sugiere que esta práctica puede ser aceptable en el caso de información sobre una amenaza de un ataque terrorista, pero los funcionarios admiten que un posible ataque contra los soldados canadienses también puede ser favorable a tal recurso.
Las Fuerzas Armadas Canadienses y el Centro de Seguridad de Comunicaciones no pueden compartir información con otros gobiernos o agencias extranjeras o solicitarles, si el pedido arriesga con conducir a tortura o violencia.
De la Seguridad pública a la Defensa
Estas nuevas directivas del Ministro de Defensa son comparables a las anunciadas en septiembre por su colega de Seguridad Pública, Ralph Goodale, dirigidas a la Real Policía Montada Canadiense, el Servicio canadiense de Inteligencia de Seguridad y a la Agencia servicios fronterizos.
Varias organizaciones de derechos humanos y del partido NPD en Ottawa habían denunciado en ese entonces estas directivas, creyendo que finalmente equivalían a tolerar el uso de la tortura, en violación de las obligaciones internacionales de Canadá.
La Presse canadienne
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.