La carinata es un cultivo anual, de unos 30 a 200 centímetros de alto, similar a la colza, del cual se puede extraer aceite no apto para consumo humano pero con una importante función como biocombustible. Incluso, su remanente tiene elementos proteicos que sirve para la alimentación animal.
Según estudios, los biocombustibles producidos a partir del aceite de la misma reducen las emisiones de gases de efecto invernadero en 80% en comparación con los combustibles fósiles.
Un combustible verde, inventado en Quebec a partir de semillas de mostaza, podría revolucionar el transporte aéreo. Un primer vuelo comercial impulsado por este nuevo biocombustible cruzará el Océano Pacífico el domingo, con más de 200 personas a bordo.
El vuelo del domingo entre Los Ángeles y Melbourne, Australia, tomará 15 horas para cubrir 13,000 kilómetros, y será el menos contaminante en la historia a esa distancia.
El combustible de la aeronave, principalmente a base de aceite, se mezclará con un 10% de biocombustible inventado por la empresa Agrisoma, de Gatineau, en Quebec. Un primer paso que allana el camino a un avance considerable para reducir la creciente contaminación de la industria de las aerolíneas.
Podría lograr fácilmente una reducción del 80% en gases de efecto invernadero emitidos por aviones.
-Steven Fabijanski, CEO de Agrisoma
Grandes esperanzas para las semillas de mostaza carinata
Como la carinata no es comestible, no compite con la producción de alimentos. Esto evita duplicar los efectos adversos de la producción de etanol que reducen los cultivos de granos alimenticios.
«No debemos producir energía utilizando tierras destinadas a alimentar a las personas», advierte Andrée-Lise Méthot, fundadora y socia directora de Cycle Capital Management, una empresa de inversión tecnológica que está involucrada en el proyecto
Agrisoma también ha creado diferentes variantes de la semilla para adaptarse a la región del mundo donde se cultiva. «En Sudamérica, crece en el invierno, cuando no se pueden cultivar otras plantas, como la soja», dice el CEO de Agrisoma, Steven Fabijanski.
Crece en todas partes. Es una semilla adaptada al cambio climático.
-Andrée-Lise Méthot, fundadora de Cycle Capital Management
Además, una vez que se extrae el aceite, los residuos de la semilla son una fuente de proteína dietética para el ganado. Nada está perdido.
El cofundador de la ong Équiterre, Steven Guilbeault, considera el uso de esta semilla, que no es un OMG (organismo genéticamente modificado), «interesante»: «Se utilizan franjas ribereñas o tierras marginales, no lo suficientemente buenas para la agricultura intensiva. Además, puede proporcionar ingresos adicionales para los agricultores».
En 2012, ya se había logrado una primicia mundial en Canadá. Un avión pequeño voló entre Montreal y Ottawa lleno de biocombustible 100% a base de carinata. El gobierno federal había recopilado datos y había llegado a la conclusión de que la aeronave había emitido la mitad de aerosol y carbón negro, además de reducir las partículas emitidas en un 25%.
La semilla de mostaza no apta para alimentación y utilizada en la industria, produce un aceite monoinsaturado de alta calidad apta para convertirse en biocombustible de aviación, biojet para aviones y bio-diesel para los vehículos de aeropuertos.
Radio Canadá/RCI
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