Algunas de las poblaciones de belugas en el mundo están amenazadas por la extinción. Es el caso, por ejemplo, del grupo que se encuentra en el estuario del Río San Lorenzo, en Canadá.
Entre los diversos factores que colocan a esos animales en peligro hay que nombrar al cambio climático como el principal.
El llamado calentamiento global ha traído aparejada una modificación del hábitat de esos animales, sobre todo a partir de los cambios registrados en la región del Ártico, que ha modificado, entre otras cosas, las posibilidades para lograr el alimento que las belugas necesitan para la subsistencia de los adultos y sus crías.
De todos modos, según los datos con los que la comunidad científica cuenta hasta el momento, esta especie habría demostrado una cierta capacidad para adaptarse a los desafíos que el impone el cambio climático.
Dentro de ese cuadro, no se puede olvidar a la contaminación de las aguas y, también, la polución sonora de las mismas, cuestión esta última en la que la doctora Valeria Vergara ha centrado especialmente su trabajo científico e investigativo.
Atraída principalmente por el seguimiento y comprensión de los animales que se pueden considerar sociales, por su comportamiento y tendencia a la comunicación con otros “individuos”, fue así que fijó su atención en los llamados “canarios de mar”. Las belugas tienen ese apodo debido a la gran cantidad de sonidos que producen.
Escuche el «canto» de las belugas:
La necesidad de preservar a una especie que, sostiene la experta, se parece mucho a los humanos, entre otras razones, porque vive una cantidad de años similar a la de las personas y habita en grupos sociales.
Valeria Vergara. científica e investigadora experta en mamíferos marinos del Ártico, del Ocean Wise Conservation Association, no brinda más detalles en entrevista con Luis Laborda.
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