El primer ministro, Justin Trudeau, comienza hoy su primera salida al exterior desde un extenso viaje a la India en febrero.
La decisión de última hora del presidente de EE. UU Donald Trump, de ausentarse la Cumbre de las Américas en Lima, Perú, ha puesto en duda toda la agenda del evento.
Tratar con Trump, ya sea atrayendo su atención, o evitándola, era parte del plan de la cumbre de cada delegación nacional. Canadá no fue una excepción.
La charla informal de funcionarios de la administración Trump en los últimos días ha llevado a algunas especulaciones de que la cumbre podría ver la firma de un acuerdo de principio sobre el TLCAN, aunque los funcionarios canadienses fueron cautelosos acerca de respaldar esas afirmaciones. Sin Trump presente, eso parece poco probable.
Las partes del TLCAN permanecen tan distanciadas que, en el mejor de los casos, es probable que solo firmen una declaración de principios vagamente redactada y no vinculante.
Entonces hay pocas perspectivas de un avance significativo en Lima.
El tema central de la Cumbre es “Gobernabilidad democrática frente a la corrupción”.
El caso venezolano en el centro de las discusiones
Los efectos del colapso económico de Venezuela comienzan a ser sentidos por sus vecinos. Cientos de miles de venezolanos han huido a otras naciones latinoamericanas, especialmente Colombia y Brasil. Colombia ha tenido que cerrar sus fronteras a veces para frenar el flujo.
Canadá ha sido uno de los críticos más explícitos del régimen de Maduro; la Canciller Chrystia Freeland está viajando a la ciudad donde, en agosto pasado, Canadá firmó la Declaración de Lima llamando a «la restauración de la democracia» en Caracas. Canadá se incorporó al Grupo de Lima, junto con Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú, países que buscan una solución a la crisis de Venezuela (Guyana y Santa Lucía se han unido también desde entonces).
Estados Unidos, aunque activo en sancionar al presidente Maduro, se ha mantenido al margen del Grupo Lima como observador.
La corrupción, otro tema importante en Lima.
Perú es el último país sacudido por el escándalo de sobornos que involucra al gigante brasileño de ingeniería civil Odebrecht. El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, renunció hace tres semanas por su papel en el escándalo. Su vicepresidente, Martín Vizcarra, recibió la noticia en Ottawa, donde se desempeñaba como embajador de Perú.
Vizcarra voló a Perú desde Canadá y asumió el cargo el 23 de marzo.
CBC
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.