Ojalá que esta primera cumbre sea el primer capítulo de un largo diálogo. Nosotros tenemos que entender que la geografía política del mundo cambia. Y quizás sea este el momento de establecer en las Américas un diálogo rico que se proyecte al resto del mundo. Yo creo que aquí en Ottawa vamos a poder hacer ciertas preguntas que serán fundamentales para decidir nuestro futuro y ver qué posición podemos tomar juntos frente a los enormes problemas que se nos presentan.
-Alberto Manguel, escritor
EscucheEsta semana se inicia en la capital canadiense la primera Cumbre Cultural de las Américas organizada por el Consejo Canadiense para las Artes en colaboración con el Ministerio de Cultura de Argentina y la Federación Internacional de Consejos de Artes y Agencias Culturales.
El invitado especial es el escritor canadiense-argentino Alberto Manguel, actualmente Director de la Biblioteca Nacional de Argentina.
El tema global de la Cumbre es la Ciudadanía cultural, que enfatiza, incluye la expresión de diversas prácticas e identidades culturales, al mismo tiempo que promueve la participación en la vida cultural.
Las diferentes temáticas relacionadas con esta ciudadanía cultural serán abordadas por representantes de gobiernos, instituciones, profesionales, artistas y ciudadanos. Ellas incluyen los derechos culturales, la democratización de la tecnología en la era digital, las artes y el cambio social, la reconciliación y la diversidad e inclusión. Porque, al decir de Manguel, “tenemos que cambiar las cosas y solo las vamos a poder cambiar hablando”.
Alberto Manguel juzga primordial abordar estos temas en momentos en que “estamos viviendo en muchos países, en Estados Unidos por ejemplo, la confirmación de esa idea de implantar el egoísmo como tendencia principal del ciudadano”.
Le pedimos a Alberto Manguel que nos explique el significado del título y subtítulo de su discurso que presentará en Ottawa: Una inocencia generosa: arte y justicia social.
El discurso de Manguel
«Arte y justicia social es el tema de la conferencia, porque cuando hablamos de la relación de las artes con las políticas de Estado obviamente estamos hablando de una cuestión ciudadana de cómo vivir adecuadamente felices y suficientemente justos.
La cita del título proviene de La República de Platón donde, vamos a decir, un enemigo, un contrincante de Sócrates le dice que ser justo es nada más que una generosa inocencia y que ser injusto en cambio, es lo que beneficia al individuo. En estos momentos estamos viviendo en muchos países, en Estados Unidos por ejemplo, la confirmación de esa idea de implantar el egoísmo como tendencia principal del ciudadano. En cambio lo que va a hacer Sócrates en La República es buscar otra definición de justicia, no dejando esa de lado porque por supuesto, la idea de justicia es una idea generosa, pero no de una forma negativa».
¿Cómo podemos hacer que el arte nos ayude a ser más justos? ¿Cómo podemos hacer que los artistas nos enseñen a cómo ser más éticos en sociedades tan complejas como las nuestras?
El papel de la literatura en sociedades pluralistas
«Cuando Atenas trata de inventarse como una democracia necesariamente excluye de esa sociedad idealizada a los extranjeros, a las mujeres, a los niños, a los enfermos, a los esclavos, de manera que inventa una sociedad que funciona porque es un pequeño grupo selecto. Nosotros obviamente no podemos vivir así. El mundo es un fluir constante, todos somos nómades, exiliados. Inventar como quieren hacer los norteamericanos ahora, una sociedad de exclusión, simplemente significa que vamos al suicidio. Los artistas pueden explicarnos maneras, pueden proponernos formas de vivir juntos de manera mejor. Identificándonos con el otro, y Canadá es un ejemplo de eso».
La Cumbre en Ottawa
«Que se realice en Ottawa es emblemáticamente importante.
En la Biblioteca Nacional de Argentina hicimos para los 150 años del Canadá una exposición Argentina-Canadá para mostrar cómo Canadá y Argentina son de alguna manera los paréntesis que cierran las Américas.
Estas Américas tan complejas, que están siempre en conflicto, pueden tomar como ejemplo las ideas fundadoras de nuestros próceres que concibieron nuestros países con una multiplicidad de culturas. En la Argentina, por ejemplo, la Declaración de Independencia que se hace en 1816 ya es pluralista, porque se escribe en castellano y en dos lenguas indígenas. De manera que desde el principio decimos que no somos uno sino que somos muchos. Y que la primera persona en singular debe siempre conjugarse en el plural».
El Canadá ofrece un ejemplo único en las Américas, porque es el único país que no nace de una revolución sino de una contra revolución. Eso quiere decir que Canadá busca no cerrar su identidad, no proponer una fórmula que lo defina y a la cual tiene que adaptarse cualquier persona que quiere integrar esa sociedad, sino por el contrario, permanecer abierta para incluir a los que vienen. Y esa gente que viene aumenta, enriquece esa identidad del Canadá. Es una fórmula difícil de llevar a cabo, pero creo que el Canadá lo ha logrado. Para mí es la sociedad ejemplar de las Américas.
El después de la Cumbre
Ojalá que sea esta la primera cumbre, el primer capítulo de un largo diálogo. Nosotros tenemos que entender que la geografía política del mundo cambia. Y quizás sea este el momento de establecer en las Américas un diálogo rico que se proyecte al resto del mundo. Yo creo que aquí vamos a poder hacer ciertas preguntas que serán fundamentales para decidir nuestro futuro y ver qué posición podemos tomar juntos frente a los enormes problemas que se nos presentan. Otra vez estamos al borde de la catástrofe. Otra vez estamos al borde de un suicidio universal. Tenemos que cambiar las cosas y solo las vamos a poder cambiar hablando, dialogando el uno con el otro, conociéndonos a nosotros mismos.
Nacido en Argentina, hijo de un diplomático, Alberto Manguel comenzó como lector en el mundo literario, primero, para sí mismo, pero luego como lector del escritor argentino ciego Jorge Luiz Borges. Durante cuatro años en su adolescencia, Alberto Manguel le leyó libros al gran escritor.
Alberto Manguel es escritor, traductor, editor y crítico canadiense-argentino, nacido en Buenos Aires en 1948. Ha publicado varias novelas, incluyendo News From a Foreign Country Came y All Men Are Liars. También ha escrito libros de no ficción, tales como Curiosity; With Borges; A History of Reading; The Library at Night; y junto con Gianni Guadalupi compiló The Dictionary of Imaginary Places. Manguel ha recibido numerosos premios internacionales, entre los cuales el de Comandante de la Orden de las Artes y las Letras de Francia. Es titular de doctorados honoríficos de las universidades de York y Ottawa en Canadá; de Lieja en Bélgica; y Anglo Ruskin, en Cambridge, Inglaterra. Actualmente, Manguel es el director de la Biblioteca Nacional de Argentina.
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