Docenas de grupos ambientalistas dijeron que si Canadá quiere ser líder en impulsar un cambio mundial en la costumbre de consumir productos plásticos, debería comenzar por imponer normas más estrictas para el reciclado de ese producto en el plano local.
El primer ministro Justin Trudeau quiere que la cumbre del G7, que se llevará a cabo esta semana en Quebec, incluya la firma de una carta opuesta al consumo de esa sustancia, estableciendo las metas internacionales en la materia y hallando las maneras para lograr mayores cuotas de reciclado.
Las estimaciones hechas por los expertos establecen que al menos 10 millones de toneladas de plástico son arrojadas a los océanos cada año, lo que ha llevado a la constitución de numerosas “islas” de deshechos, incluyendo una en el Pacífico, que tiene una superficie aproximada a la de la provincia de Quebec, cuya parte continental abarca más de 1.300.000 kilómetros cuadrados.
La propuesta que debatirá el G7 comprende 4 áreas. Ellas son reducir el monto de la producción de deshechos plásticos a nivel mundial, una estrategia para alcanzar esa meta en el plano local, colaborar con la industria para lograr productos que puedan reemplazar el plástico o hacer que este sea más fácilmente reciclable y asistir a los países en desarrollo para que cuenten con un sistema más eficiente para reprocesar los materiales.
Los grupos ambientalistas pidieron a Ottawa un mayor esfuerzo en el tema, ya que Canadá llegará a la cumbre sin un plan propio para reducir los deshechos plásticos.
“Desafiamos al gobierno canadienses a que colabore con las provincias, los territorios, las autoridades indígenas y las municipalidades para que juntos aseguren que Canadá alcance la meta de 0 desperdicios plásticos”, dijo una integrante de Defensa Ambiental, una de las organizaciones firmantes de la petición.
Para 2025, las entidades quieren que el país incremente al 85 por ciento el reciclado de los productos de plástico que son utilizados una sola vez, tal como se hace con las botellas. En la actualidad, el país sólo reprocesa el 11 por ciento de todo el plástico que utiliza.
Otra de las peticiones de los ambientalistas es que los productos de un solo uso contengan al menos el 75 por ciento de sustancias reciclables.
La ministra canadiense de Medioambiente, Catherine McKenna, lanzó en abril último una serie de consultas tendientes a establecer una estrategia nacional para los plásticos, pero no se establecieron fechas límites para alcanzar la misma.
La funcionaria sostuvo que lograr un plan nacional en la materia es complicado, ya que el reciclado y le manejo de los residuos son cuestiones que se rigen habitualmente por la legislación provincial.
El fin de semana último, la Federación Canadiense de Municipalidades se hizo eco de los reclamos ambientalistas y llamó a lograr una estrategia nacional sobre el asunto.
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