No hay paralelo en Canadá con lo que está sucediendo actualmente en los EE. UU dice la abogada de inmigración, Arghavan Gerami
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reafirmó ayer las controvertidas medidas contra familias de inmigrantes en la frontera, a pesar del creciente escándalo por los miles de casos de separación familiar.
“Estados Unidos no será un campo de inmigrantes, y no será un complejo para mantener refugiados. No lo será”, dijo el mandatario, quien llegó a mencionar la crisis migratoria en Europa para justificar sus criticadas medidas internas. Según el republicano, entre los inmigrantes que buscan entrar a su país hay personas “que pueden ser asesinos y ladrones, y muchas cosas más. Queremos un país seguro, y eso empieza en la frontera. Y así será”.
En solamente seis semanas entre abril y fines de mayo, más de 2.000 niños y menores de edad fueron separados de sus familias al ingresar clandestinamente al país, en una medida que desató una ola de indignación generalizada en el país.
Pero una abogada de inmigración de Ottawa, la capital canadiense, dice que los niños inmigrantes separados de sus padres y detenidos en los EE. UU nunca serían tratados de esa manera en Canadá.
Arghavan Gerami llama a la situación «impactante».
Más de 2.000 niños han permanecido en centros de detención cerca de la frontera sur de los EE. UU durante las últimas seis semanas, en muchos casos porque sus padres enfrentan cargos criminales por ingresar ilegalmente al país.
«Es una política que nunca se justifica y esto no se aplicará en Canadá», dijo en el programa de CBC All In A Day el lunes.
Y agregó que en Canadá, la detención es siempre el último recurso y el tribunal tiene el mandato de considerar el mejor interés del niño.
Según Gerami, existen circunstancias excepcionales en las que puede ocurrir una detención, pero los niños generalmente se mantienen con sus familias.
Cuando están separados no están bajo custodia.
Gerami dijo que si los Estados Unidos esperan que la separación de los niños de sus padres impida que las personas lleguen, sus líderes no entienden los riesgos que corren los migrantes en sus países de origen.
«Es una manera muy equivocada de pensar en eso, porque esas personas que están huyendo de la persecución y el riesgo lo están haciendo en circunstancias muy desesperadas».
En tanto, el Alto Comisionado de la ONU para Derechos Humanos, Zeiz Ra’ad Al Hussein, apuntó que la medida es “inadmisible” y “cruel”.
Hablando en la apertura de una sesión regular don Consejo de los Derechos Humanos en Ginebra, Al Hussein urgió a las autoridades estadounidenses a poner fin a la tolerancia cero que hizo que miles de niños fueran separados de sus familias en las últimas seis semanas. “La idea de que cualquier Estado trate de disuadir a los padres al infligir tal abuso a los niños es inconcebible, dijo Hussein.
RCI/CBC
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