Para poder atacar el problema de la violencia armada en la ciudad de Toronto que costó ya la vida de 22 personas desde principio del año, las autoridades deberán apuntar más hacia una transformación social que hacia la represión policial afirman políticos e investigadores.
Aumentar el número de agentes en ciertos barrios o restablecer prácticas represivas del crimen solo conseguirán empujarlo hacia otros sectores de la ciudad, señala Jooyoung Lee, profesor de sociología en la Universidad de Toronto.
Según el profesor Lee, un enfoque más a largo plazo que tendría en cuenta la pobreza urbana e intergeneracional, así como la discriminación laboral, ayudaría a los jóvenes de las minorías visibles a mejorar su situación.
La ciudad de Toronto ha sido sacudida por una ola de violencia armada que ha dejado hasta el momento un saldo de 22 muertos desde comienzos del 2018. Solo desde el viernes 29 de junio pasado, 11 personas fueron víctimas de armas de fuego.
El sábado pasado, el rapero Jahvante Smart de 21 años, conocido bajo el nombre de Smoke Dawg, y Ernest Modekwe de 28 años fueron asesinados en pleno día. Una mujer también resultó herida en el mismo tiroteo. El domingo por la noche, cerca de Kesington Park, 4 personas resultaron heridas en un tiroteo. Este martes por la mañana un hombre resultó herido en otro tiroteo no muy lejos del centro de la ciudad.
El alcalde de la ciudad, John Tory y el jefe de la policía, Mark Saunders están de acuerdo para señalar al crimen organizado como responsable de esta ola de violencia. El jefe Saunders afirma que “ser precisos, estratégicos y concentrados en la subcultura de las pandillas” es una de sus grandes preocupaciones. Según él, hay que conocer mejor a estas pandillas en vez de intensificar la presencia policial en ciertos sectores de la ciudad.
Pero aunque el alcalde de la ciudad más grande de Canadá, John Tory prometa frenar esta ola de violencia y que la juzgue inaceptable, las estadísticas muestran que la solución al problema de la violencia generada por las pandillas en Toronto no es una tarea fácil.
Según las estadísticas de la policía, entre el primero de enero 2018 y el 25 de junio, hubo 199 casos de utilización de armas de fuego en Toronto y 22 personas perdieron la vida. Y si se mantiene este ritmo, 2018 se convertirá en el cuarto año consecutivo en conocer un incremento de incidentes con armas de fuego en la ciudad.
RCI/La Presse Canadienne/Peter Goffin/prensa-latina.cu
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