El número de armas de fuego que son adquiridas legalmente en Canadá, pero que más tarde son revendidas a personas o grupos dedicados al delito, ha aumentado en el país, según estimaciones de la policía de Toronto.
La cantidad de armas locales que llegan a las manos de las bandas delictivas se multiplicó en comparación con las que son contrabandeadas desde Estados Unidos, según la misma fuente.
Según la información recogida por los investigadores, antes de 2012 cerca del 75 por ciento de las armas de fuego ilegales era producto del tráfico procedente de Estados Unidos, pero en 2017 esa tendencia parece haber cambiado, con aproximadamente el 50 por ciento del arsenal proveniente del mercado local.
Rob di Danieli, detective de la unidad de control de armas y al actividad de bandas, sostuvo en diálogo con la agencia The Canadian Press que algunos canadienses, que compran sus dispositivos legalmente en el país, luego los venden de manera irregular.
Según el experto, la policía ha podido constatar más de 40 casos en los que se produjo una transacción ilegal en la compra-venta de armas en el país.
Di Danieli citó el ejemplo de una persona que vendió 47 armas en un período de 5 meses, obteniendo una ganancia de 100.000 dólares.
La posibilidad de conseguir un beneficio económico sustancioso y de manera rápida se convierte en la principal razón por la que muchos propietarios de armas de fuego deciden vender las mismas por afuera de los canales legales para ese tipo de transacciones.
Las revelaciones toman singular importancia a la luz del ataque ocurrido en lunes 23 de julio en una arteria concurrida de la ciudad de Toronto, en la que un hombre con aparentes problemas mentales disparó contra el público, dejando a dos personas muertas y más de una decena heridas.
El hecho provocó la pronta reacción de residentes del lugar, quienes manifestaron su preocupación por la existencia de armas de fuego en una ciudad que, al contrario de lo que ocurre en zonas rurales, no se desarrollan actividades como la caza, que podría justificar la posición de esos productos.
En lo que va del año, Toronto ha registrado 220 hechos en los que estuvo involucrado el uso de armas, con un saldo de 27 muertos contabilizados hasta el 9 de julio último.
El alcalde de la ciudad, John Tory, afirmó que el contrabando local debe ser abordado a la luz de los hechos ocurridos en las últimas horas y no dudó en afirmar que la posesión de armamento se ha convertido en un verdadero problema para la mayor urbe canadiense.
Por razones que escapan a nuestro control, y por un período de tiempo indefinido, el espacio de comentarios está cerrado. Sin embargo, nuestras redes sociales siguen abiertas a sus contribuciones.