Una huelga de trabajadores del Ministerio de Cultura griego el jueves provocó el cierre al público de las ruinas históricas de la antigua Acrópolis ateniense, dejando a cientos de turistas sin poder visitar la atracción más popular del país.
Los trabajadores griegos del sector de la cultura llamaron a un paro de 24 horas porque temen que algunos de los sitios históricos de Grecia hagan parte de una lista de bienes que podrían ser privatizados, algo que el gobierno ha negado.
Varios museos y sitios arqueológicos cerraron sus puertas como consecuencia de las protestas contra la privatización, incluyendo la Acrópolis y el Partenón, las ruinas de un antiguo templo griego a la diosa Atenea, ubicado en una colina que domina la capital griega.
A pocos metros de la puerta de ingreso, la puerta de los propileos, los manifestantes sostenían un cartel que decía “Este lugar no está en venta”. Otras pancartas reforzaban la idea: “La cultura arqueológica del país no está a la venta”.
Los empleados demandan que el gobierno del presidente Prokopis Pavlopoulos anuncie qué sitios culturales están siendo considerados para la privatización y qué significaría su venta. “No sabemos qué monumentos y qué museos están en la lista”, dijo la titular del sindicato de trabajadores griegos del sector de la cultura, Stamatia Marketou.
El Ministerio de Finanzas griego dijo el miércoles que los lugares arqueológicos e históricos, monumentos y museos están exentos del grupo de bienes a ser privatizados o que se encuentran bajo manejo privado. El Ministerio de Cultura también lo ha negado.
“Lo que está ocurriendo hoy, como mínimo, está fuera de lugar”, dijo el ministro de Cultura, Myrsini Zorba, a un canal de televisión estatal.
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