“Los inmigrantes lo sabemos muy bien. Es un desafío radicarse en un país nuevo, con una cultura e idioma nuevos. Es por eso que usamos el concepto de resiliencia para estudiar tanto lo que apoya como lo que representa barreras para los inmigrantes. Y también para la sociedad canadiense que los recibe, para que todos puedan convivir de una manera exitosa”.
– Luisa Veronis, profesora asociada de Geografía en la Universidad de Ottawa
Profesores de tres universidades canadienses llevan a cabo investigaciones en el país para comprender mejor lo que hace posible que los nuevos inmigrantes tengan éxito o no al instalarse en un vecindario preciso.
Se trata de un equipo conformado por la líder del proyecto, Luisa Veronis, de la Universidad de Ottawa, Brian Ray de la Universidad de Ottawa, Anyck Dauphin de Universidad de Québec en Outaouais y Jen Ridgley de la Universidad Carleton.
El proyecto se titula Inmigración y resiliencia urbana.
EscuchePara Luisa Veronis, el concepto de resiliencia aplicado a temas de inmigración es reciente. Esa idea más bien se relaciona con el sector de ingeniería, por ejemplo, con temas de infraestructuras que resisten.
También es común su uso en sicología, sobre todo con jóvenes, o gente que pasa por un trauma y “cómo logran superar, sobrevivir, mejorar, adaptarse a la situación y volver a un estado de equilibrio después de haber pasado por una crisis o un estado de shock”.
El concepto de resiliencia se ha hecho muy popular en el desarrollo de políticas públicas por parte de gobiernos o estados.
También en relación al cambio climático, en el sentido cómo la sociedad puede adaptare, prepararse, prevenir de manera que cuando ocurre un desastre, después volver a un estado normal sin pasar por demasiada dificultad.
Otra variante se da en relación con temas de seguridad, como el terrorismo, por ejemplo, si hay un atentado, en cómo puede la sociedad sobrevivirlo.
Es decir, la resiliencia urbana se refiere a la capacidad de cualquier sistema urbano, junto con sus habitantes, para mantener la continuidad a pesar de las crisis y los impactos, mientras se adapta y transforma positivamente hacia la sostenibilidad.
La característica central de una ciudad resiliente es que está preparada entonces, para responder a los peligros (naturales y provocados por el hombre, repentinos, paulatinos, esperados e inesperados) con el fin de proteger la vida de las personas, garantizar el desarrollo, fomentar un entorno para la inversión y conducir el cambio positivo.
Luisa Veronis menciona que la sociedad Rockefeller, al cumplir 100 años de existencia ha creado una red de 100 ciudades resilientes, entre las que se encuentran Montreal y Toronto. Como consecuencia de ello se han instalado oficinas de resiliencia en ambas ciudades para ayudar a la ciudad en caso de enfrentar una crisis económica, problemas de infraestructura o de desastre natural.
Resiliencia e inmigración
“Nosotros proponemos también usar este concepto de una forma productiva para ayudar a confrontar los desafíos relacionados con la inmigración. Un país como Canadá depende mucho de la inmigración, ya sea por su demografía y por su economía.
El proyecto de los barrios es pequeño, y forma parte de un estudio mucho más grande que compara a las provincias de Ontario y de Quebec junto a otras ciudades.
En este estudio de los barrios lo que nos preguntamos fue sobre el rol del barrio y los espacios físicos y sociales construidos dentro del mismo.
Es decir, de qué modo este barrio en particular va a influir en el desarrollo de la familia recién llegada en término de lo que existe en ese barrio. Tanto los espacios físicos, la ubicación, la proximidad del centro, las oportunidades laborales, los colegios, el tipo de servicio existente, guarderías, servicios municipales, etc.
La resiliencia en el barrio
La idea es ver en que nivel el entorno del barrio apoya a un recién llegado en su proceso de establecimiento y de integración o si por el contrario, crea barreras.
Nos interesamos en el tipo de recursos que existen en el barrio. Puede ser una comunidad, amigos, familia, una red de gente de sus países o de otros países o de canadienses, que los recién llegados logran identificarlos, ubicarlos y usarlos. Porque a veces existen pero no saben que existen entonces no los pueden usar.
O si hay factores que les impiden usar esos servicios.
O si esos recursos no existen en el barrio. Lo que lo convierte en un barrio de transición.
¿Entonces cómo hacen? ¿Van a otro barrio, usan otras maneras para lograr conseguir las cosas que necesitan para su bienestar? Ya sea a nivel de salud, de educación, de trabajo, o los servicios de establecimiento, como cursos de idioma o consejería para el empleo. Esos tipos de servicios que son esenciales para ubicarse en la sociedad canadiense.
Elegir donde alquilar, pero no el barrio donde vivir.
Elegir una vivienda en Canadá no es fácil. Por eso los investigadores quieren saber cómo un recién llegado elige el lugar donde va a vivir.
A veces saben muy bien donde quieren vivir, por las escuelas, servicios, transporte, ubicación, el tipo de casa, de vivienda, pero no siempre pueden instalarse por el costo de la vivienda.
La primera etapa para nosotros es entender por qué un nuevo inmigrante se instala en cierto barrio y los factores que influyen en su elección.
El método
El proyecto cuenta con la colaboración de instancias gubernamentales y organizaciones comunitarias. Luisa Veronis explica cuáles fueron los criterios de selección de los tres barrios participantes en la investigación.
En ese sentido destaca que los tres barrios tienen un punto en común; una diversidad de tipos de vivienda.
Vivienda de alquiler privado, público subsidiada, además de propiedades. Eso permitía ver el tipo de vivienda que podía influir en la selección del barrio.
La idea es entrevistar a personas que viven en esos diferentes tipos de vivienda y de esa manera poder entender mejor cómo eligieron el barrio.
Los investigadores de las tres universidades utilizaron los conocimientos de sus asociados comunitarios que sirven a esa población inmigrante, también datos del censo e impusieron unos criterios para elegir esos barrios.
La muestra para llevar a cabo la investigación se centra en personas recién llegadas a Canadá, es decir, con menos de 10 años en el país, sin importar el lugar de origen ni su estatus migratorio.
Pero el criterio principal que decidimos imponer es que las personas tengan una familia o personas a cargo. Porque las familias pasan más tiempo en el barrio, utilizan los servicios, sobre todo si hay niños. Y puede comunicar mejor lo que funciona o no en el barrio. Una persona soltera solo va a su casa del barrio a dormir.
El objetivo del proyecto
«Queremos desarrollar recomendaciones y sugerencias, después de nuestro análisis comparativo de los tres barrios. Entender mejor cuáles son los factores que son esenciales para el bienestar de un recién llegado o para crear una comunidad que sea calurosa, o que dé el apoyo a las personas que lo necesitan».
Y a partir de allí, destaca la profesora de la Universidad de Ottawa, hacer recomendaciones con la ayuda de los asociados comunitarios y de los gobiernos municipales que están involucrados y que nos ayudan y apoyan en el proyecto. Se trata de un esfuerzo muy colaborativo con los actores locales.
Esto y mucho más en la entrevista de Radio Canadá Internacional con Luisa Veronis, profesora asociada de Geografía en la Universidad de Ottawa.
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