Alrededor de mil personas, viajando en caravana desde Centroamérica, llegaron a Ciudad Hidalgo, en Chiapas justo en la frontera de Guatemala con México este viernes. Otros miles, llegados en una caravana anterior, se encuentran todavía bloqueados en la frontera México-Americana.
Desde la llegada de las primeras olas de migrantes a México, el país ha ofrecido brindarles un pase especial para permanecer un año en ese país. Según la agencia France-Presse, muchos de los viajeros no saben cómo interpretar el ofrecimiento del gobierno mexicano cuyo trámite dura 5 días.
La directora de Control y Verificación Migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM), Ana Laura Martínez de Lara, aclaró que el ofrecimiento de otorgar las tarjetas de «visitante por razones humanitarias» a migrantes centroamericanos «es una excepción, y sólo es para esta caravana».
De los más de 1.700 integrantes de la caravana, el jueves las autoridades mexicanas entregaron 969 pulseras a igual número de personas para recibir en cinco días las tarjetas humanitarias: 155 son ciudadanos de El Salvador, 39 de Guatemala, 766 de Honduras y nueve de Nicaragua.
Sin embargo, los 969 migrantes registrados no pudieron ingresar a suelo mexicano porque las autoridades federales y del gobierno de Chiapas, fronterizo con Guatemala, aún no instalan el albergue que prometieron estaría listo en el estadio de esa localidad, el cual contaría con servicios médicos, comida y regaderas.
La iniciativa de instalar el refugio es rechazada por pobladores de Chiapas y para este viernes tienen previsto realizar una manifestación contra la medida.
Alrededor de 700 migrantes adicionales aún estaban a la espera de que el en el lado guatemalteco para cruzar la frontera con México, dijo, sin saber si algún inmigrante había intentado entrar irregularmente a México.
Las caravanas y Trump
Las caravanas de migrantes centroamericanos que comenzaron a formarse en octubre pasado han repetido en repetidas ocasiones que salen de sus países huyen de la la violencia. En Estados Unidos, su existencia misma ha sido el origen de debates encendidos en todas las esferas del país norteamericano.
Desde noviembre, varios miles de personas han estado viviendo en campamentos improvisados en Tijuana, ciudad mexicana en la frontera con Estados Unidos.
Donald Trump prometió impedirle el paso por alguno de los 3.200 km de la frontera entre los dos países a las «caravanas» de migrantes de América Central. El presidente estadounidense está tan comprometido con esa decisión que ha denunciado impetuosamente la amenaza que representan esas personas para la seguridad nacional de su país.
El gobierno de México dijo que el canciller Marcelo Ebrard planeaba reunirse pronto con el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, para conversar sobre sus esfuerzos para enfrentar el desafío de la migración. Aún no se ha fijado una fecha para las conversaciones, dijo una portavoz de la cancillería mexicana.
Fuentes: Agence France-Presse, Reuters.
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