¿Podrían las tensiones políticas entre Canadá y China afectar el proyecto de expansión del oleoducto de Trans Mountain? La provincia de Alberta reitera que es fundamental que ella y la economía del país tengan acceso a los mercados asiáticos. Según un experto, si las hostilidades entre Ottawa y Beijín persisten, el proyecto podría enfrentar un obstáculo adicional: la falta de interés del mercado chino.
El extraordinario desarrollo que está experimentando China está acompañado por una creciente demanda de recursos energéticos: el gas natural, pero especialmente el petróleo.
En los últimos años, la segunda potencia más grande del mundo se ha convertido en el país importador de bitumen más grande del planeta. Su primera fuente de suministro, sin embargo, sigue siendo Oriente Medio, con todos los problemas que esto implica: inestabilidad política, guerras o tensiones regionales.
«Los chinos realmente tienen un gran apetito de energía, hay espacio para todos», dice Gordon Houlden, director del Instituto de Estudios Chinos de la Universidad de Alberta.
Beijing entonces, se está convirtiendo en un importante cliente potencial para Canadá que quiere terminar con su dependencia de los Estados Unidos.
China es el socio más importante y lógico si Canadá quiere diversificar sus operaciones.
Gordon Houlden, director del Instituto de Estudios Chinos de la Universidad de Alberta
Canadá actualmente está exportando muy poco petróleo a China, pero Ottawa espera remediar la situación con la expansión del oleoducto Trans Mountain, que transportará el betún de Alberta a la costa de Columbia Británica.
El oleoducto, sin embargo, tiene obstáculos para su construcción. Así que la expansión sigue siendo incierta, a pesar de la firme intención del gobierno de Trudeau de avanzar.
Consecuencias potenciales
«Dependerá de la duración de los problemas actuales», dice el experto.
Si la crisis diplomática persiste a medio y largo plazo, el mercado energético canadiense ciertamente sufrirá las consecuencias, estima Gordon Houlden, director del Instituto de Estudios Chinos de la Universidad de Alberta.
Trans Mountain podría enfrentar un nuevo obstáculo: el desinterés de China, que ha invertido $ 50 mil millones en la industria petrolera de Alberta en los últimos 10 años.
China tiene tentáculos largos, dice, y tiene una alternativa para todas sus importaciones desde Canadá.
«Los chinos tienen una estrategia en todas las regiones del mundo. Piensan a largo plazo. Los chinos pueden perder confianza en la posibilidad de tener importaciones desde Canadá”.
-Gordon Houlden, director del Instituto de Estudios Chinos de la Universidad de Alberta
Otros posibles mercados
Joseph Doucet, decano de la Facultad de Administración de la Universidad de Alberta, se muestra confiado. China no determinará, ella sola, el éxito de Trans Mountain, dice.
China es una de las posibilidades, no la única.
-Joseph Doucet, Decano de la Facultad de Administración, Universidad de Alberta
Según él, si la expansión del gasoducto continúa, los barriles canadienses encontrarán compradores en China o en otros lugares de Asia.
Radio Canadá
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