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La carne cultivada en laboratorio podría ser peor para el clima que el ganado tradicional

Una opción que se venía manejando por científicos para aminorar la producción de gas metano, uno de los principales gases de efecto invernadero, era justamente intentar suplantar la producción de carne vacuna por carne cultivada a partir de células animales en fábricas o laboratorios. Investigadores de la “Oxford Martin School” observaron que las consecuencias a nivel climático de la producción de carne cultivada en laboratorio podría ser mucho más dañino para el medioambiente que la crianza de ganado.

La contaminación de nuestro planeta es una realidad. Y es una realidad también que el metano, de no ser quemado y utilizado como combustible, es muy perjudicial para el medio ambiente contribuyendo al calentamiento global. El metano, considerado uno de los principales gases del efecto invernadero, se clasifica a partir de su origen; cuando se produce naturalmente por la descomposición de materia orgánica en ausencia de oxígeno y cuando es generado gracias a las explotaciones agropecuarias. En los últimos años, la acumulación de metano se ha visto incrementada casi hasta un 1% por año gracias a las actividades humanas y las previsiones no son buenas: se espera que en un futuro no muy lejano, este gas supere al dióxido de carbono.

Este estudio de la “Oxford Martin School” dejó en claro que si se piensa en serio que el cultivo de carne a partir de células animales es una opción, se deberá minimizar en extremo el uso de energía y evitar los combustibles fósiles para que este tipo de producción tenga un impacto menor en el clima.

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El proceso del cultivo de carne en laboratorio consta de un proceso de recolección de células madre de tejido animal. Luego se hace una especie de diferenciación en fibras que son desarrolladas haciéndolas crecer en una masa de tejido muscular que puede ser recolectada y comercializada como carne. El problema es que justamente, todo este proceso es altamente contaminante, sobre todo en producción de monóxido de carbono (CO2), que en definitiva, en niveles netos, no es tan contaminante como el metano pero queda en la atmósfera durante siglos.

Dos de los principales gases de efecto invernadero
  • Metano: aproximadamente 100 veces más contaminante que el dióxido de carbono, CO2. Permanece en la atmósfera durante aproximadamente 12 años y no es acumulativo.
  • Monóxido de Carbono (CO): contamina significativamente menos pero sus efectos en la atmósfera pueden durar siglos y es acumulativo.

Según un artículo aparecido en la BBC, el modelo climático de los científicos encontró que en algunas circunstancias y a muy largo plazo, la fabricación de carne de laboratorio puede provocar un mayor calentamiento atmosférico. Esto se debe puntualmente a que las emisiones del laboratorio están relacionadas con la producción de energía, que finalmente termina siendo casi en su totalidad producción de dióxido de carbono.  

El Dr. John Lynch, autor principal del estudio explicó que “los impactos climáticos de la producción de carne cultivada dependerán enteramente del nivel de producción de energía sostenible que se pueda lograr, y de la eficiencia de los procesos culturales futuros. Si la carne cultivada en laboratorio consume mucha energía en su producción, sería peor que los sistemas de ganado tradicionales”.

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Desde otro punto de vista, según Jean-Francois Hocquette, del Instituto Nacional de Investigación Agrícola de Francia quien no participó del estudio, “la carne artificial puede dar lugar a la presencia de residuos orgánicos o químicos de moléculas en el agua, como hormonas o factores de crecimiento, indispensables para el cultivo de la carne”.

En definitiva, aquellos que piensan en el consumo de carne cultivada generalmente lo hacen desde el punto de vista de los beneficios para los derechos de los animales pero sin dar mucho peso a los problemas ambientales que este tipo de producción pueda ocasionar.  Para los entendidos en el tema, una posible vía de solución es bajar considerablemente los niveles del consumo de carne y de productos lácteos. Canadá está en ese camino con una nueva guía alimentaria que prioriza los alimentos y proteínas vegetales minimizando la proporción de carne y productos lácteos.

Fuentes: BBC, vidasostenible.org, Forbes, CBC, New Harvest, Agencias

Categorías: Internet, ciencias y tecnologías, Medioambiente y vida animal
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