La ministra francesa de Asuntos Europeos, Nathalie Loiseau, sugirió que el Vaticano debería anular la inmunidad otorgada al enviado papal a Francia, el arzobispo Luigi Ventura, que se encuentra bajo investigación por presuntos delitos sexuales.
La justicia francesa abrió una investigación en enero último, luego que un funcionario del ayuntamiento parisino acusó al religioso, de 74 años de edad, de acosarlo sexualmente.
Hasta el momento, las autoridades no pudieron interrogar a Ventura, debido a la inmunidad de la que goza como nuncio papal, cargo equivalente al de embajador dentro de la estructura política de la iglesia.
Fuentes vaticanas sostuvieron que la Santa Sede está al tanto de la investigación y espera los resultados de la misma antes de fijar su posición ante el caso.
El acusado se negó a comentar los cargos y su oficina en París dijo que no habrá una declaración al respecto.
Loiseau sostuvo que el Vaticano debería facilitar el trabajo de los investigadores para avanzar en la pesquisa, agregando que el objetivo es el de establecer la verdad.
“Se debe permitir que la investigación llegue a su conclusión. Lo que importa es que se pueda saber la verdad”, dijo la funcionaria en diálogo con los medios locales. “Espero que la Santa Sede tome sus responsabilidades en sus manos”, agregó.
Desde que las primeras acusaciones se hicieron públicas, al menos otro hombre presentó una queja formal contra el sacerdote, alegando una situación similar.
Un funcionario municipal parisino confirmó que Ventura es sospechado de haber manoseado a un integrante del personal, durante el discurso que el alcalde de la ciudad ofreció en ocasión de la fiesta de Año Nuevo.
El mes último, el papa Francisco presidió de una conferencia en la Santa Sede, para discutir las denuncias de abusos sexuales contra menores por parte de miembros del clero.
El sumo pontífice se comprometió a que la iglesia hará todos los esfuerzos necesarios para llevar a los presuntos abusadores ante la justicia y no encubrirá ni subestimará la importancia de los posibles delitos cometidos.
En los últimos años la iglesia católica se ha visto envuelta en una ola de escándalos por abusos sexuales cometidos por sacerdotes, con particular resonancia en los casos denunciados en Estados Unidos, Irlanda y Chile.
El propio papa fue acusado en diversas ocasiones de no hacer lo suficiente para llevar a los culpables ante la justicia de cada país.
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