Cerca de 200.000 personas podrían haber sufrido el robo de datos personales, debido a una operación de pirateo de información, dirigida contra los servidores de uno de los principales casinos de la provincia canadiense de Ontario.
Así lo sostuvo un abogado a cargo de una acción judicial en nombre de las víctimas.
Representantes legales del Casino Rama reconocieron el altercado, aunque sostuvieron que la cifra de usuarios damnificados es mucho menor, ubicándola entre 10.000 y 11.000 personas.
El caso salió a la luz en noviembre de 2016, cuando la casa de juegos anunció que había sido víctima de un ataque cibernético, que había permitido que gran cantidad de información personal fuera robada.
El ladrón se valió de una falsa identidad para acceder a los servidores del casino. Foto: iStock.
El atacante, que aparentemente logró acceder a los datos mediante una estratagema de suplantación de identidad, difundió los datos que obtuvo, que incluían los nombres, direcciones, legajos crediticios, apuestas perdidas, salarios y lugar de trabajo de cerca de 10.900 personas.
En total, el pirata informático difundió 4,5 gigabits de información, equivalentes a 14.000 legajos, al tiempo que amenazó con dar a conocer otros 150 gigabits de datos.
La abogada que representa al casino sostuvo que este envió avisos sobre el ataque a decenas de miles de miles de clientes como medida de precaución, lo que no implica necesariamente que la información personal de los mismos haya resultado comprometida.
La información obtenida incluye el dinero perdido por los apostadores. Foto: iStock.
Por su parte, los querellantes acusaron a la casa de juegos de negligencia, violación de contrato e intrusión en la privacidad entre otras cosas.
Los damnificados buscan un resarcimiento por 60 millones de dólares, en compensación por daños a su reputación, angustia mental y los costos incurridos para hacer frente a los trastornos ocasionados por el robo de información.
Por su parte, un informe de la Comisionada para la Privacidad de Ontario, dado a conocer en enero último, sostiene en una de sus conclusiones que las medidas de seguridad del casino fueron insuficientes y que la empresa no investigó la intrusión de manera efectiva.
El texto sostiene que el casino “no tenía medidas de seguridad razonables vigentes, para prevenir el acceso sin autorización a la información personal de los clientes”.
Con información de The Canadian Press
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