Un grupo de trabajadores temporales acaba de lograr una victoria crucial ante la justicia canadiense.
Las personas, originarias de Guatemala, se habían visto negar el seguro de desempleo luego que su empleador incumplió el contrato firmado y pretendió otorgarles una carga laboral inferior a la que había sido acordada.
Muchos de ellos decidieron aceptar el ofrecimiento de otros empleadores, por lo que más tarde se los acusó de violar las normas migratorias del país y fueron puestos bajo detención.
En Canadá, los trabajadores temporales tienen sus visas “atadas” a la persona o empresa que les hizo la oferta original de trabajo. Es decir, se trata de un permiso cerrado y su beneficiario no tiene derecho a cambiar de empleador, ya que esto hace caducar de manera automática el visado.
Buenos para trabajar y buenos para quedarse, dice la pancarta. Foto: Noé Arteaga.
La suerte del grupo cambió el 10 de mayo último, cuando la Agencia Tributaria de Canadá decidió reconocer que los trabajadores temporales pueden ser elegibles para recibir los beneficios del seguro de desempleo.
La medida fue impulsada por un fallo de la justicia, a la que recurrió un grupo de 18 trabajadores guatemaltecos que se sintieron embaucados luego que la firma que los contrató incumplió el acuerdo.
De hecho, ellos sostienen que fueron estafados por varias empresas, que los engañaron al reclutarlos, al afirmar que podían trabajar para empleadores distintos al que los conchabó inicialmente, contradiciendo las leyes vigentes.
En un primer momento, la agencia tributaria desconoció la posibilidad de que esas personas pudieran acogerse a la seguridad social.
Según diversas entidades, que patrocinan casos similares y representaron al grupo en cuestión, la agencia “ha excluido sistemáticamente a un número considerable de trabajadores migrantes desempleados, debido a que no tenían un permiso de trabajo mientras ocupaban sus empleos”.
Un pasaje del dictamen judicial. Imagen: Tax Court of Canada.
Tras algunos recursos judiciales fallidos, la justicia tributaria canadiense concluyó que un trabajo puede ser asegurable en virtud de la Ley de Seguro de Desempleo, incluso si las tareas fueron realizadas sin tener un permiso laboral válido.
El tribunal consideró que la prohibición de trabajar sin un contrato vigente no implica necesariamente excluir a los trabajadores del seguro “en virtud de la obligación del Estado de garantizar la accesibilidad de todos los trabajadores a los servicios públicos de protección social”, según sostuvieron en un comunicado el Centro de las Trabajadoras y los Trabajadores Inmigrantes (CTI), el Movimiento Acción Desempleo-Montreal (MAC) y la Asociación de Juristas Progresistas (AJP), entidades que patrocinaros a los trabajadores guatemaltecos.
Los fundamentos de la medida recuerdan que la obligación impuesta a la mano de obra extranjera, de tener un permiso para trabajar en Canadá, tiene como origen histórico el hecho de priorizar a los ciudadanos canadienses en los mercados laborales. Sin embargo, en su análisis, la Corte encuentra que en el contexto contemporáneo, «es obvio e incluso notorio que los miles de trabajadores agrícolas extranjeros no representan una amenaza ni un obstáculo para los derechos de los trabajadores canadienses«.
El bienestar de los trabajadores debe ser garantizado por el Estado. Foto: archivo.
Viviana Medina, del CTI, sostuvo que “esta decisión histórica no solo hace justicia a este grupo de trabajadores guatemaltecos, sino también a miles de trabajadoras y trabajadores temporales a quienes se les niega sistemáticamente el acceso a la protección social y sus derechos laborales”.
También reclamó a las autoridades federales para que eliminen el sistema de permisos cerrados, que en su opinión torna más vulnerables a los trabajadores, y que sean reemplazados por permisos abiertos, que permitan al contratado salir de toda situación abusiva o donde sus derechos sean violentados.
Viviana Medina brinda más detalles en entrevista con Luis Laborda.
Foto: Gentileza CIT.
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